La Zona Franca de Cádiz ha incrementado durante el pasado año su cifra de negocio en un 13%, pasando de los 10,98 millones del 2019 a los 12,38 millones que se consiguieron en el 2020. El incremento en la cifra de negocio es consecuencia de la nueva estrategia de comercialización de activos que ha impulsado la recientemente incorporada directora del Área de Promoción empresarial y comercio exterior y que ha llevado a que los arrendamientos crezcan un 3% y se hayan producido ventas de activos en un año marcado por el COVID-19.
Este incremento en la actividad, sumado a la reducción de los gastos de explotación en un 11% ha provocado que el resultado de explotación haya pasado a 1,9 millones de euros positivos, tras tres años en negativo.
A este dato hay que añadirle que, el fondo de maniobra ha pasado a ser de 16 millones de euros, un dato que por primera vez es positivo después de 15 años en los que en el corto plazo teníamos que hacer frente a más pagos que cobros.
Se trata de un importante dato que evidencia la solvencia y viabilidad de la entidad, y, sobre todo, que el Plan de Viabilidad diseñado en este ejercicio se está aplicando correctamente y está comenzando a dar sus frutos. Y pone de manifiesto, una vez más, que los resultados finales en las cuentas, que arrojan números negativos, se deben al lastre que supone las deudas contraídas en ejercicios anteriores y cuya carga termina llevando los resultados a números negativos, tal es el caso de la deuda por la compra de Altadis y la deuda que se sometió a una reestructuración bancaria.
No obstante, la labor realizada meses atrás en la reestructuración de la deuda que se mantenía por los Fondos Reindus obtenidos para financiar la compra de Altadis, ha supuesto un importante impacto en el ejercicio 2020 puesto que por un lado se ha conseguido reducir la carga financiera en un millón de euros y en el global, se ha conseguido reducir las pérdidas en más de un 50%, pasando de los 8.6 millones de euros de 2019 a 4.1 millones en las cuentas recientemente elaboradas.
El Ebitda ha continuado creciendo pasando de los 3,2 millones en 2019 a los 4,2 millones durante el 2020. Otro dato que habla de la solvencia de la institución es el periodo medio de pago a proveedores que se ha reducido a la mitad respecto al ejercicio anterior, quedándose por debajo de los 10 días de media.
