El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ha reiterado su firme oposición a la construcción de un fondeadero exterior, argumentando que esta medida perjudicaría significativamente otros sectores vitales para la economía del Campo de Gibraltar, especialmente el turismo residencial y deportivo. Esta posición es ampliamente compartida tanto por la mayoría del Ayuntamiento como por los residentes del municipio.
Durante un encuentro en Alcaidesa Links, donde se reunieron representantes de la Asociación de Grandes Industrias (AGI) y otros sectores influyentes de la comarca, Ruiz Boix expresó su compromiso con el desarrollo armónico de la industria local, siempre buscando un equilibrio con el sector turístico. «Cuido y fomento el crecimiento industrial, pero siempre asegurando la compatibilidad con el turismo, que es otro pilar económico de nuestro municipio», afirmó el alcalde.
En relación con el fondeadero exterior, el alcalde subrayó que tanto él como el Ayuntamiento de San Roque han mantenido una postura contraria durante los últimos seis años. Aclaró que su reciente pronunciamiento no implica un cambio de postura, sino una consistencia en su oposición, la cual también refleja el sentir de los vecinos y del sector turístico.
Desde la casa club de la Alcaidesa, Ruiz Boix comentó sobre la importancia de preservar la estética y el entorno natural del área. «Este lugar se beneficia de vistas sin obstrucciones al mar, que se verían perjudicadas por un fondeadero que no es más que un estacionamiento de barcos, donde probablemente se realicen actividades de mantenimiento y limpieza que podrían contaminar el entorno», explicó.
El alcalde también hizo referencia a las responsabilidades que conlleva gestionar cinco kilómetros de litoral en la Bahía de Algeciras, destacando las implicaciones ambientales y sociales de albergar el mayor complejo industrial de Andalucía en el término municipal. «Nuestro municipio ya soporta ciertas cargas debido a nuestra industria, y por eso, desde mi responsabilidad, reitero mi rechazo al fondeadero», concluyó Ruiz Boix.