Desde el cierre unilateral de la aduana comercial de Melilla por Marruecos en 2018 y las restricciones impuestas en Ceuta, el sector aduanero y comercial en ambas ciudades autónomas ha experimentado un notable deterioro. Los colegios de agentes de aduanas de Ceuta y Melilla, representados por sus presidentes, Remigio González y Antonio Mena, respectivamente, han elevado su voz exigiendo medidas efectivas e inmediatas al Gobierno español frente a lo que describen como una situación crítica y prolongada.
Antonio Llobet, presidente del Consejo General de Agentes de Aduanas y Representantes Aduaneros (CGAA), ha manifestado su frustración ante los continuos incumplimientos por parte de Marruecos y la falta de actividad en los puestos de control establecidos. «Hemos mantenido una postura discreta y constructiva, realizando gestiones con todos los estamentos concernidos. Sin embargo, la falta de progreso nos obliga a denunciar públicamente una situación que consideramos inaceptable e impropia de una frontera europea», señaló Llobet.
Por otro lado, Antonio Mena ha subrayado el apoyo recibido por la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME-CEOE) en diversas movilizaciones, resaltando también la necesidad de reinstaurar bonificaciones de la Seguridad Social en los contratos laborales, como medida paliativa ante la grave situación que enfrentan los profesionales y empresas en Melilla.
Ambos presidentes coinciden en que el Gobierno español debe tomar un rol más activo y exigir a la Unión Europea que intervenga para resolver este conflicto con Marruecos, que afecta directamente a una de sus fronteras. La comunidad aduanera de Ceuta y Melilla aguarda respuestas y acciones concretas que permitan restaurar la fluidez y agilidad en sus fronteras, esenciales para el desarrollo económico y la estabilidad en la región.