Endesa ha dado inicio a los trabajos de sustitución del cableado de alta tensión de las torres eléctricas de la bahía de Cádiz. Durante más de un mes una treintena de técnicos especializados trabajarán en la sustitución de los 14.928 metros de cableado que permiten conectar las dos torres y cuya sustitución se realiza cada 40 años, vida útil estimada de estos cables.
Las torres de la bahía de Cádiz están conectadas por dos líneas compuestas cada una por tres cables conductores. Los trabajos, en los que Endesa está invirtiendo 700.000 euros y que cuentan con la colaboración de la empresa internacional de origen andaluz AMETEL, han dado inicio con el llamado descargo de una de las líneas, es decir, se han dejado sin tensión para poder trabajar con total seguridad, mientras la otra línea sigue suministrando energía y funcionando normalmente.
Una vez se ha asegurado la falta de tensión en los conductores se está procediendo a instalar toda la maquinaria especializada que servirá para desarrollar la sustitución de los 2.488 metros del primero de los cables. En tierra firme se han ubicado las maquinarias de frenado, el motor de tiro, las bobinas de cable y los anclajes, mientras que a 150 metros de altura se han colocado las poleas que permitirán pasar el cableado.
Asimismo, los técnicos de la compañía han procedido a cambiar los aisladores de vidrio ubicados en los pórticos de cada torre y en cada una de las torres, y ha quitado los amortiguadores que protegen los cables que se volverán a instalar nuevos una vez se lleve a cabo la sustitución del cableado.
En la Zona Franca de Cádiz, en la calle Ucrania, se ha colocado el freno o máquina de frenado junto con las bobinas de los cables nuevos, de 4.680 kilos cada una, mientras que el cabrestante o motor de tiro se ha colocado en la zona de Puerto Real (Pórtico Cabezuela) donde se recogerá el conductor antiguo. Ambos aparatos son maquinarias de gran tonelaje que contarán con unos anclajes de 8,5 toneladas, por lo que toda la infraestructura es capaz de resistir una fuerza de más 12.000 kilos, el equivalente a levantar 9 vehículos de tamaño medio, aunque la fuerza real que se ha estimado será de 8.000 kilos.
Con toda la maquinaria preparada en los próximos días empezará la fase más delicada, en la que el cable antiguo se engancha al cable guía bajando desde una altura de 50 sobre el mar a 15 metros, motivo por el cual se cortará el tráfico marítimo previsiblemente el viernes.
Con el cable a esa altura se engancha el cable guía que irá pasando de una torre a otra hasta llegar al pórtico Cabezuela en Puerto Real, allí se recogerá el cable antiguo cuya muestra será posteriormente analizado para conocer su estado. Con el cable guía ya entre las dos torres, se pasa a colocar el cable final, un elemento que ha sido fabricado de forma exclusiva para estas torres por la empresa navarra Trefinasa. Se trata de un cable con un alma de acero especial, más robusto, muy diferente a los que se suelen utilizar normalmente, ya que estos cables tienen que soportar, no solo la tensión que hay entre las torres, sino también las condiciones climáticas de la zona en la que se encuentran.
Ya con el cable nuevo colocado, se procede a la instalación de los amortiguadores, 72 sistemas para el control de vibraciones que garantizan el buen funcionamiento de la instalación con seguridad. Todos estos sistemas, que serán también sustituidos en estos trabajos, son de fabricación española: los aisladores los fabrica la empresa segoviana Saint Gobain La Granja, mientras que los amortiguadores provienen de la navarra Saprem.
Esta operación se irá repitiendo con cada uno de los cables, cuya sustitución total está estimada entre 5 y 6 días por cable.
