Consejo y Parlamento Europeo logran acordar un nuevo reglamento provisional sobre el «FuelEU Marítimo»

La nueva norma, que comenzará a aplicarse en enero de 2025, limitará la intensidad de carbono de los combustibles para uso marítimo

El Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado esta semana un acuerdo en las reuniones de trílogos sobre el Reglamento Fuel EU Marítimo, por el que la intensidad de carbono del combustible utilizado a bordo de los buques deberá reducirse, desde 2025, respecto de un valor de referencia establecido en la norma. Los porcentajes de reducción se irán endureciendo cada 5 años hasta un 80% en 2050.

La norma establece también que los buques portacontenedores y de pasaje deberán conectarse a la red eléctrica del puerto para suplir sus necesidades de energía eléctrica. Esta obligación se aplicará a partir del 1 de enero de 2030 en todos los puertos de la red transeuropea de transporte y a partir de 2035 en cualquier puerto que disponga de los medios de conexión eléctrica a tierra.

Desde la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE) valoran muy positivamente que el acuerdo establezca exenciones, hasta 2030, para los servicios regulares de pasaje y carga rodada para las rutas sometidas a Obligaciones de Servicio público, y también para Canarias como región ultraperiférica.

Sin embargo, según ANAVE, no prevé una obligación a los suministradores de ofertar combustibles reglamentarios en los puertos, lo que dejará a los armadores con la única opción de hacer frente a una penalización económica en caso de que no estén disponibles. Esta obligación a los suministradores sí figura en las normas equivalentes aplicables al sector aéreo y terrestre. Los fondos obtenidos mediante las sanciones por incumplimiento serán gestionados por los Estados, que deberán destinarlos a la descarbonización del transporte marítimo.

Sotiris Raptis, Secretario General de ECSA, ha afirmado que «FuelEU Maritimo, junto con la Directiva RED y los ingresos del sistema de derechos de emisión utilizados para salvar la diferencia de precio entre los combustibles convencionales y limpios, pueden situar al transporte marítimo en la senda correcta para la transición energética. Pero necesitamos requisitos más sólidos para que los suministradores de combustible oferten los combustibles limpios necesarios. Por ello pedimos al Parlamento y al Consejo que apoyen objetivos vinculantes en la Directiva sobre energías renovables (RED)».

Posicionamiento de los Puertos Europeos

La Organización Europea de Puertos Marítimos (ESPO) se ha mostrado positiva ante el acuerdo preliminar entre los legisladores sobre la propuesta de «FuelEU Maritime». Según ESPO, «el acuerdo proporciona al sector del transporte marítimo un marco para acelerar su transición ecológica a través de la reducción de emisiones durante la navegación y en los puertos. Los ambiciosos requisitos para que los barcos reduzcan las emisiones a partir de 2025 ayudarán a impulsar la adopción de combustibles alternativos en el transporte marítimo, así como a garantizar el uso de electricidad en tierra».

ESPO también acoge con satisfacción que el acuerdo sobre FuelEU Maritime incluya una disposición que exija a los barcos utilizar electricidad en tierra mientras estén atracados en los puertos de la RTE-T y en otros que instalen esta infraestructura a partir de 2030. Para los puertos, resulta vital que se haga efectiva esta obligación y se supervise su cumplimiento de manera rigurosa.

No obstante, la obligación de uso de electricidad en tierra en los puertos viene acompañada de varias excepciones que pueden obstaculizar y restringir aún más la implementación de esta infraestructura. Por lo tanto, de acuerdo con la próxima Regulación de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFIR), los puertos tienen hasta el año 2030 como fecha límite para establecer infraestructura eléctrica en tierra. Esto es importante para los puertos, ya que deben estar preparados para cumplir con los requisitos y adaptarse a las nuevas regulaciones.

Es de esperar que muchos puertos ya tengan operativas estas instalaciones años antes, sin ninguna garantía de uso. Por lo tanto, los puertos “esperan firmemente que las líneas navieras se comprometan a utilizar electricidad en tierra cuando esté disponible antes de 2030”, afirman dese ESPO.

La ESPO considera que la coordinación resultará fundamental para impulsar el uso de la electricidad en tierra y conseguir una disminución real de emisiones. Por este motivo, ha solicitado la inclusión de un mecanismo de consulta para las partes interesadas portuarias en el texto del FuelEU Maritime.

En este sentido, los puertos europeos reciben con satisfacción que el acuerdo preliminar contemple una disposición que obligue a los buques a informar al Estado miembro competente del puerto de escala sobre su intención de utilizar electricidad en tierra y sus necesidades energéticas en el muelle.

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