Los ingresos acumulados de la AGI caen a los 6.199,2 millones de euros

Supone un 33,5 % que en el año 2019

La Asociación de Grandes Industrias del Campo de Gibraltar (AGI) ha presentado su Memoria correspondiente al ejercicio 2020, en un acto al que ha asistido el secretario general de Industria y Minas de la Junta de Andalucía, Cristóbal Sánchez y en el que ha quedado de manifiesto que los ingresos acumulados se han situado en los 6.199,2 millones de euros, un 33,5% menos que en 2019, con otros datos económicos también alejados de los de ejercicios anteriores. Así el VAB ha caído a los 1.409 millones de euros y el EBITDA a los 807,3 millones de euros.

En el caso de las emisiones de CO2 se han reducido más de un 34% en ese periodo, mientras que las de NOX han descendido un 61%, las de SOX un 67% y las de partículas un 56%. Esta línea de actuación se enmarca en la vocación de permanencia de las empresas que forman parte de la Asociación de Grandes Industrias del Campo de Gibraltar, con un claro compromiso por la Comarca como evidencian los 7.074,5 millones de euros invertidos entre 2001 y 2020, de ellos 2.697,4 millones correspondientes a la última década y 284,3 millones al ejercicio pasado. En el capítulo inversor destacan los 31,7 millones de euros destinados a gasto a inversión en seguridad y salud laboral, lo que representa un incremento del 14%, y los 77,4 millones de euros destinados a gasto e inversión medioambiental, superando la cifra de los 384 millones en los cinco últimos ejercicios. Esta tendencia representa una apuesta por el incremento de la productividad y la competitividad, así como por la seguridad laboral y el impacto ambiental.

Pese a la caída de la demanda, los quince centros de producción que forman parte de la AGI han continuado su apuesta por el empleo de calidad. Tras varios ejercicios de incrementos, la suma de empleos directos y de las empresas auxiliares de mantenimiento y otros servicios en la AGI ha registrado una bajada del 10,2% en 2020, acentuada en el empleo auxiliar, que baja un 14,7%, mientras que la caída ha sido del 4,5% en el empleo directo, siendo la mayor parte éste, de contrato temporal. La cifra total de empleo se sitúa en los 9.045 trabajadores. En las plantillas propias, el empleo directo ascendió a 4.240 personas, mientras que las empresas auxiliares, aquellas que operan día a día en las instalaciones de las asociadas de la AGI, ocuparon a 4.805 personas.

El impacto que tienen las empresas de la Asociación de Grandes Industrias del Campo de Gibraltar en su entorno se extiende más allá de la generación de valor añadido y empleo directo. Las interrelaciones productivas de las empresas con la economía de la zona crean unos efectos multiplicadores en la economía a través de las interrelaciones generadas por el gasto de las asociadas en adquisición de bienes y servicios que producen otras empresas y el gasto de los salarios generados por la industria. Este impacto se cuantifica en términos de Valor Añadido Bruto, que en 2020 se situó en los 2.282,9 millones de euros, y de empleo, cuya cifra fue de 18.234 personas, añadiendo el impacto de efectos directos, indirectos e inducidos.

Demanda de infraestructuras

El presidente de honor de la AGI también ha puesto el foco durante su intervención en la necesidad de contar con “infraestructuras de primer nivel para poder competir en igualdad de condiciones”. En este sentido se ha mostrado optimista con el futuro: “Contamos con los argumentos para afrontar esta situación. Tenemos el puerto más importante del Mediterráneo y de España en volumen de actividad; un tejido industrial potente, sustentado por personal cualificado y de experiencia; una Formación Profesional integrada en el ámbito empresarial… Pero seguimos requiriendo de infraestructuras para no quedarnos atrás frente a nuestros competidores”.

Por ello ha calificado de “vital” el ferrocarril, “al igual que unas carreteras en buen estado que soporten la alta intensidad de tráfico pesado”. Del mismo modo ha reclamado “una energía suficiente y a precio competitivo, además de que el suministro de agua no puede ser dependiente de la lluvia para la agricultura y la industria. Por último, también es preciso contar con suelo industrial a precio competitivo, agilidad administrativa y el ajuste de impuestos y tasas para poder competir”.

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