Las organizaciones empresariales reniegan del decreto de confinamiento total del Gobierno

Consideran que la medida va a llevar al cierre a muchas empresas

Tras la entrada en vigor, en las últimas horas, del último decreto del Gobierno, en el marco del Estado de Alarma por la crisis del coronavirus, que contempla la paralización de todas las actividades no esenciales hasta el próximo 9 de abril, las organizaciones empresariales han mostrado su rechazo.

El refuerzo del confinamiento para evitar la propagación del Covid-19 que se dirige a limitar, todavía más, el movimiento de las personas, parando prácticamente la mayoría de las actividades laborales de todo el país, no es compartido por los agentes socioeconómicos del Campo de Gibraltar. Así, Carlos Fenoy, presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar, ha dicho textualmente que «estas medidas del Gobierno de Pedro Sánchez no son positivas porque no conllevan, implícitas, la garantía de que las empresas no serán abocadas al cierre.»

En la misma línea se ha manifestado el presidente de la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, quien se ha mostrado especialmente preocupado por las consecuencias que esta paralización tendrá en las empresas de la provincia. Sanchez Rojas atisba una recuperación «muy lenta», por culpa de esta medida del Gobierno.

El presidente de la CEC se ha quejado del fondo y las formas en las que el Gobierno ha decretado esta paralización de las actividades no esenciales, porque asegura que «informar a la ciudadanía de los plazos en pleno fin de semana y la demora en la publicación del decreto en el BOE ha generado una mayor inseguridad jurídica al empresariado de la provincia».

Javier Sánchez Rojas, ha mostrado su rechazo al endurecimiento de las medidas planteadas por el Gobierno porque “hemos pasado de estar pidiendo avales y aplazamientos a que se nos imponga tener que dar vacaciones forzadas, parar la economía y que lo paguen las empresas”. El presidente de los empresarios del a provincia, que ha defendido la aplicación de ERTEs como prueba de que los empresarios querían seguir contando con los trabajadores, ha lamentado “que se nos haya intentado hacer parecer el problema, cuando no somos el problema, sino la solución”.

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