Un «funcionamiento anormal» llevó al avión ruso a precipitarse al Mar Negro con 92 pasajeros

El ministro de Transportes ruso, Maxime Sokolov, ha confirmado este jueves que el accidente del avión militar Tu-154 en el mar Negro el pasado 25 de diciembre con 92 personas a bordo se debió a un «funcionamiento anormal» del aparato.

«Está claro que hubo un funcionamiento anormal. Los expertos deberán esclarecer las razones y por este motivo se ha creado una comisión especial», declaró Sokolov en una conferencia de prensa.

Según el ministro, las primeras conclusiones sobre las razones de la catástrofe aérea deberían ser publicadas en enero. La explotación de todos los modelos Tupolev Tu-154 ha sido suspendida a la espera de las conclusiones.

Sergueï Baïnetov, director del servicio de seguridad de vuelos del Ejército del Aire, ha afirmado por su parte que «no hubo explosión» a bordo, sin excluir totalmente la hipótesis de un atentado. «Un acto terrorista no es forzosamente una explosión, no excluímos» esta hipótesis, indicó Baïnetov, subrayando que un atentado podía ser causado por una «acción mecánica».

Las autoridades han anunciado también que los equipos de salvamento han terminado la «fase principal» de búsqueda y han recuperado del mar Negro «todo lo que está relacionado con el accidente del avión». Solo quedarían por recuperar fragmentos del aparato y pequeños restos humanos.

«La zona del accidente ha sido totalmente inspeccionada. Diecinueve cuerpos, 230 restos humanos, 13 piezas grandes del avión y cerca de 2.000 fragmentos han sido sacados a la superficie», precisó Maxime Sokolov.

Las dos cajas negras del avión que se estrelló el domingo fueron recuperadas el martes y miércoles, un hallazgo fundamental para determinar las causas de la tragedia que causó 92 muertos, entre ellos 60 miembros del famoso coro del Ejército Rojo.

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