Europa avanza hacia una infraestructura de transporte más resiliente y multimodal con la revisión de la red TEN-T

La Unión Europea prepara un futuro más conectado y sostenible con la actualización del reglamento de la Red Transeuropea de Transportes

La Unión Europea está preparando el terreno para un futuro más conectado y sostenible con la inminente actualización del reglamento de la red transeuropea de transportes (red TEN-T). Este nuevo reglamento es el resultado de una revisión exhaustiva realizada en los últimos años, destinada a adaptar el desarrollo de las infraestructuras de transporte a las cambiantes condiciones económicas, sociales y geopolíticas.

Durante el foro bianual «Connecting Europe Days» en Bruselas, se presentaron algunas novedades clave de este reglamento. El evento reunió a responsables de la política de transportes de la Unión Europea, representantes de países miembros y actores del sector empresarial. Se puso especial atención en los nueve corredores europeos de transporte, entre ellos, el Corredor Atlántico y el Mediterráneo, esenciales para la conexión de España con el resto de Europa.

La nueva normativa se centrará en cinco aspectos principales: la priorización de las conexiones transfronterizas, la resiliencia de las infraestructuras, la multimodalidad y la interoperabilidad, el fortalecimiento del papel de los nodos urbanos y la sostenibilidad. Estos pilares reflejan un enfoque integrador, buscando superar desafíos nacionales y enfocarse en un beneficio común europeo.

La Comisión Europea está poniendo especial énfasis en las conexiones transfronterizas, buscando eliminar cuellos de botella y facilitar el tránsito entre los países miembros. En este sentido, se ha hecho un llamamiento a los países para que asignen presupuestos específicos para el desarrollo de estas conexiones. España, por su parte, ha mostrado su compromiso con este objetivo, destacando inversiones significativas en el Corredor Atlántico.

La multimodalidad y la interconexión son también claves en la nueva regulación. Se pretende crear un marco armonizado para la financiación de proyectos que fomenten la innovación y la sostenibilidad en el uso de las infraestructuras. Esta orientación multimodal es un paso crucial hacia una red más eficiente y adaptable a las necesidades cambiantes.

La resiliencia y la seguridad son aspectos adicionales que se han incorporado en el reglamento, con un enfoque particular en la movilidad militar y sus requisitos específicos en el diseño de la red de infraestructuras, reflejando los desafíos internos y externos que enfrentan estas infraestructuras.

Los nodos urbanos adquieren mayor relevancia en la nueva normativa. Se busca integrarlos no solo como puntos de conexión sino también como actores clave en el ámbito del transporte sostenible. Este enfoque exige una política inclusiva que facilite la coordinación entre los distintos niveles administrativos y los ciudadanos, como lo demuestra la firma por parte de España de la Declaración Europea de la Bicicleta en Bruselas.

La sostenibilidad se establece como un pilar fundamental de la red transeuropea, abarcando desde la construcción de las infraestructuras hasta su uso.

La actualización del reglamento de la red transeuropea de transportes (red TEN-T) no solo refleja un cambio en la infraestructura física, sino también una evolución en la perspectiva y enfoque de las instituciones clave de la Unión Europea. La comisaria europea de Transportes, Adina Valean, ha subrayado la importancia de esta nueva regulación para incrementar la competitividad de los Estados miembros. Valean señala que la flexibilidad y la revisión periódica de las políticas de infraestructura son fundamentales en un entorno donde los proyectos a largo plazo pueden correr el riesgo de quedar obsoletos incluso antes de su finalización. Esta visión anticipa un dinamismo en la planificación y ejecución de proyectos, crucial para adaptarse a un mundo en constante cambio.

Además, Valean ha hecho hincapié en la necesidad de una red de transporte que se ajuste a las realidades geopolíticas actuales, incluyendo las necesidades militares. Esta adaptación no es solo una respuesta a las tensiones geopolíticas, sino también una previsión para garantizar la seguridad y la eficiencia en situaciones de crisis. La revisión de las especificaciones técnicas para la movilidad militar es un claro ejemplo de cómo la red TEN-T se está adaptando a necesidades más amplias y complejas que trascienden el transporte civil.

Por otro lado, George Gilkinet, ministro belga de transporte, durante la presidencia belga de la Unión Europea, ha destacado la urgencia de implementar la nueva regulación TEN-T. Gilkinet se concentra en la ejecución de la red en diferentes horizontes temporales: la red básica, con proyectos prioritarios para 2030, la red básica extendida para 2040, y la red global planificada hasta 2050. Esta planificación estratificada muestra un enfoque pragmático y escalonado hacia el desarrollo de infraestructuras, asegurando que los proyectos sean tanto visionarios como alcanzables.

Finalmente, la presidenta del comité de transporte del Parlamento Europeo, Karima Delli, aborda la financiación y el compromiso de los Estados miembros. Delli destaca la importancia de la negociación y definición de la próxima política de financiación para fortalecer la red transeuropea de transportes. Su llamamiento a los países para que se comprometan con asignaciones presupuestarias específicas para los corredores es crucial. Subraya la necesidad de un esfuerzo colaborativo en la realización de proyectos prioritarios, lo que implica no solo definir, sino también asegurar los recursos necesarios para convertir estos planes en realidad.

Estas declaraciones de líderes europeos destacan un enfoque holístico y colaborativo en la modernización de la infraestructura de transporte de la UE. Reflejan un compromiso compartido para desarrollar una red que no solo sea físicamente robusta y eficiente, sino también dinámica y adaptable a los desafíos futuros, tanto económicos como geopolíticos.

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