Alba Flores se une a Greenpeace para impulsar la ratificación del Tratado Global de los Océanos

La actriz insta a los gobiernos a proteger la biodiversidad marina y frenar las amenazas que enfrentan los mares

Alba Flores, reconocida actriz por su papel en “La Casa de Papel”, ha decidido embarcarse en una misión trascendental junto a Greenpeace a bordo del Arctic Sunrise en la Reserva Marina de Galápagos. Esta iniciativa busca concienciar sobre la excepcional belleza y las graves amenazas que enfrenta esta zona, y, sobre todo, instar a los gobiernos de todo el mundo a acelerar el proceso de ratificación del Tratado Global de los Océanos.

Un año después de su aprobación en Naciones Unidas, el tratado ha sido ratificado solo por Chile y Palau, y necesita la firma y la incorporación a la legislación nacional de al menos 60 gobiernos para entrar en vigor. Hasta la fecha, ningún gobierno europeo lo ha ratificado, aunque Francia y Bélgica han anunciado que lo harán este mes. España sigue sin ratificarlo, lo que representa una oportunidad clave para liderar en la conservación marina y convertirse en un referente europeo.

Flores, junto a un equipo de científicos, ha observado la riqueza de especies en la Reserva Marina de Galápagos, pero también ha sido testigo de las amenazas que sufren las áreas fuera de la reserva debido a la pesca industrial. La actriz ha expresado su esperanza de que su presencia impulse a más personas a movilizarse y a apoyar la ratificación del tratado, reconociendo la importancia del poder ciudadano en la protección de los océanos.

Laura Meller, de la campaña Proteger los Océanos de Greenpeace, subraya la importancia de una nueva área protegida en alta mar, complementaria a la Reserva Marina de Galápagos, que cerraría estas zonas a las flotas industriales y beneficiaría tanto a la vida silvestre como a los pescadores locales. El Tratado Global de los Océanos es visto como una herramienta crucial para alcanzar esta protección.

El compromiso con la conservación marina es más relevante que nunca, especialmente en un contexto de crisis climática y pérdida de biodiversidad. Con menos del 1% de las aguas de alta mar completamente protegidas y crecientes amenazas como la pesca industrial y la contaminación, la necesidad de acción es urgente. Greenpeace aboga por la protección del 30% de los océanos para 2030, lo que requeriría proteger más de 11 millones de kilómetros cuadrados de océano cada año.

El Arctic Sunrise, tras su paso por Galápagos, se dirigirá a Colombia para impulsar la protección del Pacífico tropical colombiano, continuando su misión de concienciación y protección de los océanos. Esta iniciativa destaca la necesidad de un esfuerzo global concertado y la urgencia de tomar medidas efectivas para salvaguardar uno de los recursos más valiosos y vulnerables de nuestro planeta.

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