La industria de cruceros, ante la grave situación de sequía que atraviesa Cataluña, ha llegado a un acuerdo con el Puerto de Barcelona para no realizar aprovisionamiento de agua mientras dure la fase de emergencia por sequía declarada por la Generalitat. Esta decisión se alinea con las prácticas sostenibles que la industria ha venido adoptando en los últimos años, enfocadas en la reducción del consumo y la autoproducción de agua dulce a bordo.
Durante años, la industria de cruceros ha invertido en tecnologías avanzadas para minimizar su dependencia del aprovisionamiento externo de agua. Estas tecnologías incluyen sistemas de evaporación y plantas de ósmosis inversa que permiten a los buques producir más del 90% del agua dulce que requieren. Además, se han implementado estrategias para reducir el consumo de agua y fomentar su reutilización a bordo.
El Puerto de Barcelona, junto con la comunidad portuaria y la industria de cruceros, ha desarrollado diversas iniciativas para el ahorro de agua. Estos esfuerzos han resultado en una significativa reducción del aprovisionamiento de agua por parte de los buques de crucero en el puerto. En 2022, los buques se aprovisionaron de agua en menos del 30% de las escalas, una disminución notable comparada con el 50% registrado en 2017. Cabe destacar que los barcos de crucero representan solo el 0,09% del consumo total de agua de la ciudad.
El acuerdo actual, coordinado con la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA), establece que las navieras operando en el Puerto de Barcelona solo realizarán aprovisionamiento de agua en casos de emergencia durante la fase de emergencia por sequía. Esta medida excepcional será revocada una vez que la situación de sequía en Cataluña se normalice.