La Autoridad Portuaria de Sevilla visita las obras del Jardín de las Cigarreras

El proyecto, una vez finalizada la cimentación y el parking para más de 250 vehículos, supondrá un nuevo paseo de ribera para Sevilla

Una delegación de la Autoridad Portuaria de Sevilla, encabezada por el presidente de la entidad portuaria, Rafael Carmona, ha realizado una inspección para evaluar el avance del proyecto ‘Jardín de las Cigarreras’. En particular, los responsables técnicos de la obra han presentado a la comitiva portuaria el progreso de los trabajos en la superficie, incluyendo los edificios principales y las zonas ajardinadas, después de completar la cimentación y el estacionamiento subterráneo con una capacidad para más de 250 vehículos.

En 2018, la Autoridad Portuaria de Sevilla otorgó la concesión de los terrenos donde se desarrolla este proyecto a la empresa ‘El Jardín de las Cigarreras, SL’, ubicada en la Avenida Presidente Adolfo Suárez (conocida como P-3). La obra, que comenzó en 2021, tiene previsto su finalización a lo largo de 2024 y actualmente se encuentra en la fase de construcción de los edificios principales. El primero consta de sótano, dos plantas sobre rasante y un mirador, mientras que el segundo, denominado Puerto Tartessos, comprende una primera planta y un mirador destinado a fines de restauración.

El Jardín de las Cigarreras es una de las iniciativas más notables que se están llevando a cabo en los terrenos de la Autoridad Portuaria de Sevilla. Según palabras de Rafael Carmona, presidente de la APS, una vez finalizado, proporcionará una vista panorámica al río Guadalquivir. Este proyecto, ubicado frente al Muelle de Delicias, se integra en los esfuerzos por conectar esta zona del Puerto de Sevilla con la ciudad, con la intención de crear un amplio espacio público que ofrezca servicios, jardines y entretenimiento para la comunidad.

Junto con el resto de la obra, se están finalizando también los trabajos en el paseo fluvial y en las zonas ajardinadas. En este sentido, uno de los hitos más sorprendentes de esta fase es la ubicación de un ejemplar de olivo con más de 900 años de antigüedad. Este árbol ha sido datado entre 1100 y 1150 d.c. por el técnico experto en cultivo de olivar, Luis Tomás Alcaraz, quien determina que el ejemplar “pudo plantarse en época de dominación almorávide” en una zona cercana al municipio portugués de Bejar.

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