Los buques propulsados por amoniaco podrían convertirse en una realidad comercial para 2026 si se adoptan medidas «ambiciosas pero factibles» y se realiza «un amplio uso de subvenciones», según un nuevo informe publicado por el Foro Marítimo Mundial (Global Maritime Forum). Este documento representa la segunda fase de un proyecto dedicado al desarrollo y construcción de un buque gasero que utilice amoniaco como combustible. El informe sostiene que la brecha de costes entre el funcionamiento de buques con amoniaco con cero emisiones y aquellos impulsados por combustibles tradicionales podría eliminarse antes de 2030.
Los esfuerzos por introducir el amoniaco como una fuente de energía en el transporte marítimo están ganando impulso. Varios fabricantes de motores ya han completado pruebas exitosas de combustión con amoniaco, y se están desarrollando sistemas para su suministro como combustible. No obstante, el coste de los buques y sus operaciones sigue siendo una preocupación primordial.
El informe admite que, sin intervención alguna en los próximos años, «un gasero impulsado por amoniaco podría costar entre un 50% y un 130% más que uno convencional». Este escenario crea «riesgos comerciales significativos para los armadores». El estudio forma parte del proyecto Nordic Green Ammonia Powered Ships (NoGAPS), cofinanciado por Nordic Innovation. Ha obtenido la aprobación en principio de DNV para la construcción de un gasero impulsado por amoniaco y busca activamente formas de reducir costes para atraer financiamiento.
«Con la finalización de esta última fase, disponemos de un diseño detallado del buque que podría ser usado para una licitación en un astillero, además de vías de comercialización viables», afirmó Jesse Fahnestock, director de Proyectos del Foro Marítimo Mundial.
El informe insta a «actuar sobre múltiples palancas de reducción de costes», desde iniciativas para la construcción de buques de doble combustible hasta subvenciones y reglamentaciones gubernamentales, como estrategia para hacer viables comercialmente estos buques en el futuro cercano. Plantea, por tanto, una hoja de ruta que podría marcar un cambio en la industria marítima, apuntando hacia una adopción más rápida y factible de tecnologías más limpias. Sin embargo, destaca que la viabilidad comercial de los buques propulsados por amoniaco dependerá en gran medida de una combinación de factores, incluido el financiamiento adecuado, regulaciones favorables y avances tecnológicos.