El Punto de Inspección Fronterizo de Motril ampliará sus instalaciones

Además, ha conseguido una jefatura de Sanidad Exterior, hasta ahora dependiente de Málaga, operativa desde el pasado 1 de septiembre

El gestor del Punto de Inspección Fronteriza de Motril (PIF) ha presentado una solicitud a la Autoridad Portuaria para la expansión de las instalaciones actuales. Esta medida se adopta en respuesta a las necesidades derivadas de la incorporación de nuevos inspectores, incluyendo profesionales de Sanidad Exterior, Sanidad Vegetal y un veterinario. La habilitación de un veterinario permitirá la entrada de mascotas procedentes de terceros países a través del Puerto de Motril, atendiendo así a una demanda de largo tiempo por parte de los usuarios de las líneas marítimas regulares de pasajeros.

José García Fuentes, presidente de la Autoridad Portuaria, ha señalado que la inversión por parte del gestor del PIF asciende a 150.000 euros en este proyecto de ampliación.

Además, el Puerto de Motril ha logrado establecer una jefatura de Sanidad Exterior, previamente dependiente de Málaga, que ha estado operativa desde el 1 de septiembre. Esta nueva incorporación se suma a la ya existente jefatura de Sanidad Vegetal. Ambas jefaturas cuentan con sus propios inspectores, fortaleciendo así la plantilla del PIF del Puerto de Motril.

En otro frente, el Puerto de Motril ha iniciado el procedimiento en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para obtener la certificación necesaria para el tráfico de productos de origen animal, destinados tanto al consumo humano como no humano. Para lograrlo, se ha elaborado un anteproyecto que implica una inversión de 1,5 millones de euros. Estos fondos se destinarán a la construcción de instalaciones, como cámaras de refrigeración y muelles, que duplicarán las existentes.

José García Fuentes destacó que la incorporación de nuevos servicios relacionados con las líneas marítimas de terceros países conducirá a un crecimiento gradual y organizado del Puerto de Motril. Este enfoque tiene como objetivo garantizar que el flujo de mercancías sea rápido y eficiente, manteniendo los altos estándares de calidad que se esperan en los puntos de inspección.

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