España respalda la aprobación de la Estrategia revisada de la OMI para la descarbonización del transporte marítimo en 2050

La Estrategia sobre los gases de efecto invernadero incluye una mayor ambición de alcanzar las cero emisiones netas para 2050 y el compromiso de adoptar combustibles alternativos con emisiones nulas o casi nulas en 2030

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha expresado su satisfacción por la destacada actuación de la delegación española durante el 80º periodo de sesiones del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC) de la Organización Marítima Internacional (OMI). El papel de España ha sido esencial para llegar a un acuerdo unánime en la aprobación de la Estrategia revisada de la OMI sobre los gases de efecto invernadero, que apunta a la descarbonización completa del transporte marítimo para el año 2050.

La delegación española en el Comité, liderada por el director general de la Marina Mercante, Benito Núñez, ha jugado un papel crucial en estas discusiones. Actualmente, España preside tanto el Consejo de la OMI como el Consejo de la Unión Europea, circunstancia que ha sido fundamental para el logro de este hito histórico en la dirección del futuro del transporte marítimo internacional.

La Estrategia revisada propone una ambición conjunta para alcanzar las cero emisiones netas para 2050, o alrededor de esa fecha. También se compromete a garantizar la adopción de combustibles alternativos con emisiones nulas o casi nulas para 2030, estableciendo puntos de control indicativos para 2030 y 2040.

«El objetivo de cero emisiones netas para 2050 representa un enorme salto en el nivel de ambición en comparación con la estrategia anterior de 2018 y permite a la OMI seguir una trayectoria coherente con el objetivo de temperatura del Acuerdo de París», explicó Víctor Jiménez, representante permanente alterno de España en la OMI.

Este acuerdo también permitirá acelerar la transición energética justa en el transporte marítimo internacional y enviar una señal clara a la industria marítima y a los posibles productores de combustibles con bajas emisiones de gases de efecto invernadero. La delegación española acogió con gran satisfacción esta nueva estrategia de descarbonización y reiteró su compromiso y disposición para colaborar con todos los Estados miembros de la OMI y las partes interesadas en la consecución de este objetivo.

Más protección para los cetáceos en el Mediterráneo noroccidental

Durante el periodo de sesiones del Comité, que tuvo lugar del 3 al 7 de julio en Londres, también se designaron las aguas del Mediterráneo noroccidental como Zona Marítima Especialmente Sensible (ZMES). Esta designación tiene como objetivo reducir el riesgo de colisión con cetáceos y episodios de contaminación generados por buques. La categoría de ZMES se atribuye en base a criterios ecológicos, socioeconómicos y científicos, y busca aumentar la protección de especies únicas y amenazadas en la zona, preservando su hábitat.

La nueva ZMES abarca aguas de Francia, Italia, Mónaco y España, superando así el espacio marítimo español. Incluye el Santuario de Pelagos y el corredor español de migración de cetáceos, que son dos Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) establecidas en el Convenio de Barcelona y que cuentan con más de 230 sitios de la red Natura 2000 de la Unión Europea.

Reducir la velocidad, aumentar la vigilancia y notificar los avistamientos

La declaración del mar Mediterráneo noroccidental como ZMES implicará que los navegantes deban tener precauciones especiales dentro de las áreas donde se detecten o reporten cetáceos grandes y medianos. Deberán mantener una velocidad segura para evitar colisiones y cualquier impacto negativo en la maniobrabilidad del buque.

Asimismo, se les exigirá mantener una distancia de seguridad adecuada y comunicar la posición de los cetáceos observados o detectados dentro de la ZMES a las autoridades costeras. Además, se espera que los navegantes informen cualquier colisión con cetáceos a una autoridad costera designada, la cual enviará esta información a la base de datos mundial de colisiones de cetáceos de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

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