El puerto de Santa Cruz de La Palma acoge un simulacro Marsec-23

Reunió a varios organismos e instituciones con el objetivo de mejorar el adiestramiento en la resolución de incidentes

El puerto de Santa Cruz de La Palma ha acogido un simulacro de incidente en la central térmica «Los Guinchos», propiedad de Endesa. El ejercicio, denominado Marsec-23, tuvo como objetivo principal mejorar la preparación para hacer frente a situaciones de emergencia con numerosos heridos y coordinar la respuesta ante eventos relacionados con la contaminación marina.

El simulacro, que tuvo lugar entre las 9:00 y las 13:30 horas, se basó en la detección por parte de Endesa de un incidente durante labores de mantenimiento, lo cual resultó en heridos y un vertido de combustible al mar a través del conducto de descarga de agua de refrigeración de los generadores. Ante esta situación, la Autoridad Portuaria de Tenerife fue notificada de inmediato, activándose los planes de emergencia en conjunto con el 112 y los bomberos de La Palma para brindar asistencia inicial.

A partir de ahí, se desencadenó una serie de acciones en las que participaron varios organismos e instituciones, como la Armada, Capitanía Marítima provincial, el Centro de Coordinación de Salvamento (CSS), el Servicio de Emergencias del Gobierno de Canarias, el Cabildo de La Palma, los ayuntamientos de Santa Cruz de La Palma, Breña Alta y Breña Baja, el Servicio de Urgencia Canario, Cruz Roja, los prácticos de La Palma, DISA, ENDESA y la subdelegación del Gobierno en Tenerife, quienes activaron el protocolo de coordinación con los recursos de la Armada y del Estado.

Debido al alto número de heridos planteados en el ejercicio, el Servicio de Urgencia Canario estableció un hospital de campaña en colaboración con Cruz Roja y solicitó ambulancias en el puerto de Santa Cruz de La Palma para llevar a cabo la clasificación de los heridos.

Asimismo, se contó con la ayuda de un helicóptero del Grupo de Emergencia y Seguridad (GES) para la evacuación aérea y traslado de heridos a tierra, y se utilizó el Buque de Acción Marítima de la Armada, «Relámpago», como medida de contingencia y para combatir la contaminación marina en las aguas del puerto.

Este simulacro ha permitido unificar esfuerzos y fortalecer las comunicaciones entre los diversos organismos públicos y privados, con el objetivo de salvaguardar los espacios marítimos de Canarias.

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