El IEO desarrolla un vehículo submarino que podrá operar a profundidades de hasta 3000 metros

Permite la monitorización a largo plazo de las condiciones ambientales en áreas marinas protegidas

El Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) está desarrollando un vehículo submarino capaz de, primero posicionar e instalar, y luego localizar y recuperar instrumental oceanográfico (denominados landers) que permite la monitorización a largo plazo de las condiciones ambientales en áreas marinas protegidas, durante largos periodos de tiempo y a profundidades de hasta 3000 metros, un proyecto que se está desarrollando con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través del Programa Pleamar cofinanciado por el FEMP.

A principios de este año finalizó la segunda parte de los proyectos LanderPick, que ha permitido llevar a cabo experiencias piloto de despliegue de flotillas de landers en condiciones exigentes.

Los landers son estructuras que se aterrizan directamente en el fondo marino para medir, durante largos periodos de tiempo, parámetros ambientales como la temperatura, la salinidad o la dirección y velocidad de las corrientes e incluso obtener imágenes con las que producir vídeos timelapse.

La primera de las experiencias piloto de 2021 se realizó en el cañón de la Gaviera, perteneciente al sistema de cañones de Avilés, donde los landers se mantuvieron midiendo durante cuatro meses. Tras su recuperación, fueron reacondicionados y desplegados junto a otros nuevos en el área marina protegida de El Cachucho, donde se encuentran actualmente a la espera de ser recuperados el próximo mes de mayo.

El sistema LanderPick ha permitido hasta el momento un total de 13 operaciones de largado y siete de recogida, todas ellas exitosas, en profundidades de 200 a 1.000 metros.

Solapando con el fin de ‘LanderPick-2’ comenzó la tercera parte del proyecto (‘LanderPick-3’) con la que se pretende ampliar el radio de acción de las campañas realizadas hasta el momento. «Por ahora hemos hecho pruebas en aguas que conocemos bien, como son las del Cantábrico, pero la idea es explorar los límites del prototipo en condiciones más exigentes», ha explicado el investigador del Centro Oceanográfico de Gijón del IEO y responsable del proyecto, César González-Pola.

A finales de mayo está previsto trabajar en el área marina de los volcanes del golfo de Cádiz, donde las corrientes de fondo son muy elevadas debido a la proximidad del estrecho de Gibraltar. «Trabajar allí será todo un desafío», ha señalado el científico. Además, está previsto un despliegue de landers en el área marina de los valles submarinos del escarpe de Mazarrón, próximo a Murcia, añadiendo así una primera experiencia de uso del sistema en el Mediterráneo.

Salir de la versión móvil