El Puerto de Bilbao, protagonista de un novedoso simulacro virtual

Se trata de una operación de evacuación de 450 personas de un ferry incendiado

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha iniciado un novedoso simulacro en el que han participado decenas de técnicos y especialistas de distintas instituciones en el Centro de Seguridad Marítima Integral “Jovellanos”. Se trata de una operación de salvamento a gran escala – denominada Mass Rescue Operation (MRO) – que ha simulado la evacuación de más de 450 personas, entre pasaje y tripulación, de un ferry incendiado y sin gobierno a 4 millas del puerto de Bilbao.

se trata de un simulacro denominado “de mesa” en el que, en vez de un operativo real, se han utilizado los simuladores del Centro Jovellanos para llevar a cabo todas las operaciones necesarias. La novedad, con respecto a otros ejercicios de este tipo es que, por primera vez, se han utilizado de forma simultánea los simuladores de puente y emergencia de este centro, referencia a nivel internacional en la formación en salvamento y seguridad marítima.

Durante el ejercicio se ha abordado, por un lado, el rescate del pasaje y la tripulación, se ha sofocado un incendio, se ha rescatado a 3 tripulantes caídos al agua y se ha puesto en marcha el Plan Marítimo Nacional por contaminación en nivel 2, por posible vertido de sustancias peligrosas. Para ello, se han activado efectivos de la Capitanía Marítima, Salvamento Marítimo, la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno Vasco, la Subdelegación del Gobierno en Bizkaia, la Autoridad Portuaria de Bilbao, la Guardia Civil, la Ertzaintza, la Unidad de Emergencias, Seguridad y Gestión de Crisis de Mitma y Cruz Roja, entre otros.

Esta pasada madrugada, sobre la 1.00 horas, se comunicaba al Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Bilbao el incendio en la cubierta número 3 de un ferry de la compañía Brittany Ferrys, que había salido de Bilbao con destino Portsmouth y se encontraba a 4 millas del puerto, navegando sin gobierno. El incendio no podía controlarse mediante los sistemas del buque, al haberse extendido como consecuencia del fuerte el viento y el estado de la mar, de marejada a fuerte marejada. Fue entonces, cuando el capitán del buque ordenó la evacuación del pasaje (350 pasajeros) y gran parte de los 101 tripulantes en los botes salvavidas. Además, tres tripulantes, alertados por el fuego, cayeron al agua y además, el ferry transportaba mercancías peligrosas.

Cartel de YouTube

Con este supuesto, se puso en marcha el operativo, dirigido por el capitán marítimo, para la evacuación de personas, con los medios disponibles, incluido un buque particular, el ‘Buenas Intenciones’, que colaboró en el rescate a los evacuados de las balsas salvavidas para trasladarlos a tierra, procediéndose a la búsqueda de los desaparecidos y trabajando en la extinción del incendio de forma simultánea. También se ordenó el remolque del buque a puerto de refugio, en el puerto de Bilbao, y se procedió al recuento de rescatados, fundamental en este caso.

En este ejercicio se ha activado el Plan Golfo de Bizkaia en fase de alerta, el Plan Marítimo Nacional en materia de contaminación en nivel 2, por el posible vertido de materias peligrosas al mar; SOS DEIAK puso en marcha la táctica IMV (Incidente de Múltiples Víctimas) y el Puerto de Bilbao su Plan de Autoprotección y, en su caso, el Plan interior marítimo por contaminación marítima accidental.

También se ha abordado la atención sanitaria, con traslados hospitalarios para quienes lo requiriesen, en helicópteros y ambulancias, y la atención psicosocial a las víctimas y sus familias para paliar el trauma que, supuestamente, habría generado esta emergencia. La gestión de la comunicación y la evaluación de las actuaciones completaron el simulacro.

A diferencia de los simulacros más comunes (de operaciones de búsqueda y salvamento o SAR en sus siglas en inglés), los ejercicios MRO son menos habituales, pero eso no significa que este tipo de emergencias no sean frecuentes a nivel mundial, de ahí la necesidad de poner en práctica los planes previstos para este tipo de operaciones y la importancia de detectar y analizar los posibles errores de coordinación y de eficacia en la respuesta, mucho más reflexiva al tratarse de un ejercicio de mesa.

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