Maersk desarrollará una boya de recarga eléctrica para buques en alta mar

El objetivo de este proyecto es eliminar 5,5 millones de toneladas de CO2 en un plazo de cinco años

Maersk Supply Service, una de las filiales de A.P. Moller-Maersk, está desarrollando la primera estación de carga eléctrica de buques en alta mar que estará situada en un parque eólico marino, con el objetivo de apoyar la descarbonización de la industria marítima. Junto con Ørsted, ha creado la marca «Stillstrom» para el desarrollo de la primera estación de recarga eléctrica para buques, que estará lista a finales de año.

“Stillstrom”, que significa “energía silenciosa” en danés, es un spin-out de tecnología en etapa inicial, cuyo lanzamiento de productos a gran escala será el primero en el mercado de la carga en alta mar, permitiendo que los buques sean alimentados con electricidad limpia.

La carga en alta mar para los buques inactivos o fondeados puede ser fundamental para facilitar la descarbonización de la industria marítima, ya que permitirá a los armadores y navieras sustituir los combustibles fósiles por electricidad mientras están amarrados de forma segura a una boya de carga.

Además, Ørsted tiene la intención de poner a disposición del público cualquier propiedad intelectual generada durante el diseño de la integración de la boya de recarga, para maximizar la adopción potencial de esta innovación de reducción de carbono en todo el sector eólico marino.

La boya de carga en sí es lo suficientemente grande como para cargar una batería del tamaño de un SOV o una embarcación híbrida eléctrica. La misma solución se escalará y adaptará para suministrar energía a embarcaciones más grandes, lo que permitirá que las embarcaciones de todos los tamaños apaguen sus motores cuando estén inactivas.

«Stillstrom forma parte de nuestro compromiso por resolver los retos energéticos del futuro. Al invertir en este espacio de tecnología limpia oceánica en fase inicial, podemos ayudar a liderar la transición ecológica de la industria marítima», ha asegurado Steen S. Karstensen, CEO de Maersk Supply Service.

Según la compañía, el objetivo de este proyecto es eliminar 5,5 millones de toneladas de CO2 en un plazo de cinco años desde la puesta en marcha comercial de la estación de recarga.

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