El Aldan, petrolero acusado de descargar ilegalmente hidrocarburo, paga la fianza de 600.000 euros y abandona el puerto de Almería

Provocó una mancha de contaminación de unos 55 kilómetros cuadrados

MITMA

El petrolero Aldan ha abandonado cerca de la una de esta pasada madrugada las instalaciones del puerto de Almería, donde estaba retenido por orden de la Dirección General de la Marina Mercante tras haber sido detectado ‘in fraganti’ cuando realizaba una descarga ilegal de hidrocarburo a 147 millas al noroeste de La Palma, dentro de Zona Económica Exclusiva de España -lo que ha dado lugar a una mancha de contaminación de unos 55 kilómetros cuadrados en el Atlántico-. Y todo tras satisfacer la fianza impuesta de 600.000 euros.

Según lo adelanta a Europa Press fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Almería, que también han precisado que los gestores de la nave han cumplimentado también todo el procedimiento administrativo de la sanción, por lo que el barco abandonará el Puerto de Almería en las próximas horas.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), a través de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), procedió a ordenar al capitán del buque, de bandera liberiana, la entrada a puerto almeriense cuando navegaba al sur de Cabo de Gata, rumbo hacia el interior del Mediterráneo.

Esta orden se emitía después de que el pasado día 10 el buque fuese detectado por el satélite de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) y el avión de Salvamento Marítimo realizando la descarga del hidrocarburo.

El objetivo de la retención de este buque, cuya descarga ilícita de hidrocarburos ha generado una mancha de contaminación de unos 55 kilómetros cuadrados en el Atlántico, ha sido asegurar la eficacia del procedimiento sancionador que ha abierto la Capitanía Marítima de Almería por el episodio de contaminación.

La operación de retención comenzó a las 22,56 horas de este domingo cuando el capitán marítimo de Almería ordenó al capitán del buque cambiar el rumbo para dirigirse a puerto. Para ello, contaron con la participación de un buque de la Armada española y Salvamento Marítimo, que supervisaron en todo momento el cumplimiento de la orden.

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