El Puerto de Tarragona envía por mar dos grandes instalaciones para la industria petroquímica

Bélgica y Huelva son sus destinos

El Muelle de Lleida del Puerto de Tarragona ha sido el emplazamiento que ha utilizado la empresa Schwartz-Hautmont para enviar dos ‘Project Cargo’ de gran tamaño, uno de ellos con destino Bélgica y el otro con destino Huelva.

El primer proyecto es una planta petroquímica construida de forma modular que serán transportados a Bélgica por mar una vez finalizados. La planta consta de 7 módulos de 1600 toneladas y mide 100 metros de altura. En las instalaciones del Port de Tarragona se realiza el montaje final de todos los elementos fabricados por los diferentes talleres y colaboradores del proyecto, en total han participado 18 empresas y más de 200 trabajadores. El segundo proyecto es una refinería que cuenta con torres de vacío y de fraccionamiento para el sector energético. Esta planta cuenta con 5 piezas de gran tamaño con un peso total de 1.500 toneladas. Por su construcción y montaje la empresa ha empleado 150.000 horas. El destino final de estas piezas es una refinería del ámbito nacional.

Estos proyectos están liderados por Schwartz-Hautmont y también han colaborado Comersa, Teyco, Aitub, Elevarent, Gruas Rigar, Comersa, Proalba i OCA. Schwartz-Hautmont es la encargada del montaje y gestión de estos proyectos dentro del recinto portuario tarraconense, ya que cuenta con una extensa experiencia en el sector de la construcción de estructuras metálicas que requieren una alta especialización.

El Puerto de Tarragona tiene una particularidad muy destacable para este tipo de tráficos, explanadas al aire libre que facilitan el embarque directo desde el muelle, así como amplias áreas operacionales y mano de obra especializada gracias a la importante industria auxiliar de Tarragona junto con el potente clúster petroquímico de la zona y de referencia para el sur de Europa.

Además, tiene amplias áreas operacionales con una disponibilidad de 280.000 m2, rampas RO-RO y una excelente accesibilidad terrestre y ferroviaria, que garantiza la logística de suministro de estos proyectos. El calado de 16 metros de profundidad hace el resto, ya que permite el atraque de buques especiales preparados para transportar grandes cargas, imposibles de trasladar con barcos de carga contenerizada.

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