Ebury, la fintech especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas, ha analizado las claves que en materia financiera y logística deberán tener presentes a partir de ahora las empresas españolas que realizan operaciones de importación con China, especialmente tras la situación creada por la pandemia mundial derivada del Covid-19. El webinario contó con la colaboración del operador logístico integral Stock Logistic, que aportó un análisis de la situación que subyace en este momento en el mercado del transporte de mercancías entre Asia y Europa.
Luis Merino, socio y codirector de Desarrollo Negocio Ebury España, asegur que China seguirá siendo en materia económica la nación más favorecida del mundo por haber sabido adaptarse mejor a la pandemia. En este contexto, explica, “tanto el relevo en la Administración de EEUU, con una previsible mejora de las relaciones comerciales entre China y EEUU, y el reciente acuerdo comercial China-UE, favorecerá al yuan”. Según el análisis de Ebury, “todo indica que durante 2021 el yuan se apreciará frente al dólar, y se verá favorecido por su superávit en la balanza de cuenta corriente, su baja deuda externa y PIB al alza, junto con un cambio significativo entre los inversores por el que el yuan se ve más como una divisa importante que como una emergente”.
Merino recuerda que China, en 2020, consiguió crecer un 10% durante el segundo trimestre y cerca del 5% en el tercero y el cuarto. “Esto ha provocado una apreciación del yuan frente a las principales divisas, contra el dólar desde el mes de junio y contra el euro en los últimos meses”, señala.
Isabel Ye, directora de Iniciativas en China de Ebury, explica que el proceso de internacionalización de la divisa china se aceleró a partir de 2014 con la puesta en marcha de la Nueva Ruta de la Seda, uno de los principales hitos a destacar en 2016, cuando se incluyó la moneda en la cesta de derechos especiales de giro del FMI, lo que supuso que el yuan pasara de fijarse únicamente al tipo de cambio del dólar a hacerlo en base a una cesta de divisas entre las que se encuentran las más importantes del mundo, como el euro, el dólar, la libra y yen japonés.
Las ventajas de realizar las compras en yuanes
Además, el otro gran hito se produjo a finales de 2020, cuando el banco central chino impulsó una directiva que simplifica el uso del yuan por parte de los exportadores chinos. Se trata, según Ye, de un cambio muy importante y que debe ser tenido en cuenta por las empresas que importan producto de China. “Es recomendable que las empresas españolas pidan a sus proveedores precios base en yuanes y que negocien por volúmenes anuales, no por pedidos específicos, pues a estos les interesa protegerse del riesgo de divisa y estarán abiertos a considerar mejoras en las condiciones de precio, si además los acuerdos son a largo plazo”.
Recomendaciones ante la extraordinaria subida de los fletes
Cristina Portolés, directora comercial de Stock Logistic, refiriéndose al extraordinario aumento que han experimentado los precios del transporte de mercancías entre Asia y Europa, asegura que no se prevén cambios significativos en los próximos meses, con independencia de que podamos asistir a algunas leves correcciones en los fletes tras la celebración del Año Nuevo chino.
“No creo que volvamos a los precios de hace unos años, y tampoco se prevé que pueda producirse una intervención de las autoridades regulatorias, pues en ausencia de un monopolio, es el mercado quien fija los precios”, explica Portolés, quien añade que “si hay demanda y escasez de oferta, el precio se mantendrá alto”.
Ante esta situación, la directora comercial de Stock Logistic aconseja a las empresas que operan con China que, a la hora de gestionar sus necesidades de transporte, ajusten sus presupuestos a conciencia, busquen eficiencias y negocien tanto como puedan, aparte de confiar la carga a proveedores de transporte fuertes y estables, que tengan gran capacidad y poder de compra de espacios. “A pesar de todo -añadió Portolés- quizás no quede más remedio que trasladar los costes a los clientes”.
Cristina Portolés explica que desde que surgió la pandemia ha desaparecido el 90% del tráfico aéreo internacional de pasaje entre Asia y Europa, lo que ha presionado al alza el precio en este modo de transporte. Como ejemplo, señala que si en 2020 el transporte de de mercancía desde Shanghai a Madrid ascendía a 3,3 dólares por kg. actualmente el precio ha escalado un 242%, hasta los 8 dólares por kg.
Y la misma presión ha experimentado el flete marítimo. “Estamos ante un momento inédito, en el que los medios de transporte no se están comportando como lo habían estado haciendo anteriormente”, ha explicado Cristina Portolés.
Un 20% menos de servicios de transporte entre Asia y Europa
Como prueba de esta anomalía, ha analizado la evolución del precio de los fletes entre 2018 y el momento presente. Si colocar un contenedor de 20 pies desde un puerto asiático a uno europeo costaba 750 dólares en la segunda quincena del mes de enero de 2018, en las mismas fechas de este año ascendía a 4.650 dólares, lo que representa una subida del 620 % en el flete.
La experta en transporte marítimo considera que las causas de esta subida no hay que atribuírselas solo al COVID-19, sino que es la consecuencia de una nueva estructura del mercado de transporte marítimo que se empezó a fraguar a partir de 2008, a raíz de la crisis financiera mundial. “En ese momento se produjo un desplome del comercio mundial y las empresas navieras acumularon una gran capacidad de carga que forzó una caída de precios”.
Para hacerse una idea de esta evolución, basta señalar que si en 2015 el transporte de mercancías crecía a un ritmo del 2%, la capacidad de embarque lo hacía en un 8%. “Esta situación caótica en el mercado propició en la última década un proceso de fusiones y alianzas entre las empresas navieras, hasta el punto de que los siete principales operadores en el mundo acaparan hoy el 75% del mercado en Asia”.
A esta situación se ha sumado la pandemia, que ha supuesto que a partir de marzo de 2020, como consecuencia de los confinamientos y las restricciones a los movimientos se haya retirado el 20% de los servicios de transporte marítimo entre Asia y Europa. “Ello ha dado como resultado una mayor escasez de espacio disponible en los buques con el consiguiente aumento de los fletes, a los que se suman recargos por sobrepeso”, señala.