Las playas de Mónsul y Genoveses restringen su acceso con control de gálibo y pago de entrada

La Junta regula el acceso a esta zona del parque al tratarse de un espacio natural de elevado valor ecológico, geológico y paisajístico

Las playas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar (Almería) situadas a poniente de la barriada de San José, desde la de Genoveses hasta Cala Carbón, han restringido hasta el próximo 20 de septiembre el acceso de los vehículos a motor, de forma que para esta temporada se contará además con un control de gálibo para autocaravanas y vehículos de gran tamaño así como con el cobro de entrada, que se recupera tras dos temporadas.

Como cada año desde 2006, la Junta regula el acceso a esta zona del parque al tratarse de un espacio natural de elevado valor ecológico, geológico y paisajístico, considerado como uno de los enclaves más privilegiados de la franja litoral mediterránea, para lo que este año se han introducido algunas novedades que tratan de reducir aún más el impacto en el medio.

Así, tras dos años en los que el Gobierno andaluz había asumido «importantes costes» para la gestión del servicio, esta temporada se ha optado por recuperar el cobro de una entrada de cinco euros a los vehículos privados que accedan a estas playas, que contarán con horario regulado de 9,00 a 20,00 horas diariamente.

Esta temporada se ha optado por recuperar el cobro de una entrada de cinco euros a los vehículos privados que accedan a estas playas

«El importe de la entrada que abona el usuario de la playa va a repercutir directamente en el estado de la misma», ha explicado a Europa Press la delegada territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente en Almería, Aránzazu Martín, quien ha recordado que el acceso a pie o con vehículos no motorizados no tendrán coste alguno.

Para regular la entrada y mantener las playas, el Gobierno andaluz contrata el servicio de información medioambiental y de conservación, control de acceso y ordenación de vehículos a motor, lo que permite controlar mediante una barrera el tráfico diario a las playas, que cuentan con espacios de aparcamiento para casi 400 vehículos en rotación, así como evitar «colapsos» y mantener despejadas las salidas ante posibles emergencias.

Gracias a la colaboración del Consorcio Metropolitano de Transportes, el parque contará nuevamente este año con un servicio de bus-lanzadera que arrancará más adentrado el verano, con lo que los usuarios podrán desplazarse hasta las playas de Genoveses, Barronal, Media Luna, Mónsul y Cala Carbón evitando el uso del vehículo privado. En esta línea, la delegada también ha destacado la disposición del Ayuntamiento de Níjar para articular una bolsa de aparcamiento cerca de los accesos.

«DOBLE CONTROL» DE ENTRADA

Otra de las novedades será la implantación de un «doble control de acceso» a fin de evitar aglomeraciones en los puntos de entrada, especialmente en las fechas de mayor afluencia, así como la incorporación de un control de gálibo de 2,4 metros de altura, que estará cerrado de 20,00 a 8,00 horas de forma diaria.

Esta medida va destinada fundamentalmente a evitar que las caravanas y autocaravanas puedan realizar acampada durante la noche en el parque natural.

En esta línea, y según los cálculos realizados, el aforo de las playas será similar al de años anteriores ya que las limitaciones planteadas permiten, a priori, garantizar la distancia de dos metros de distancia entre unidades familiares. No obstante, conforme a la evolución del verano y la información que reporten el servicio de playas y Protección Civil, estas medidas podrían variar.

LIMITACIÓN DE KAYAKS Y PIRAGUAS

La resolución de la Junta también limita en el mismo periodo temporal a un número máximo de cinco las piraguas, kayaks y similares artefactos sin motor que puedan agruparse en las zonas del litoral del Parque Natural sin necesidad de autorización expresa para la actividad libre recreativa no comercial.

El «aumento de la actividad recreativa» realizada por grupos de kayaks, piraguas o similares «no sujetos a una regulación específica» en áreas del litoral, llega a producir aglomeraciones en áreas especialmente sensibles y que suponen un «riesgo para la conservación de las especies marinas propias del área intermareal, además de una degradación de los valores estéticos y paisajísticos propios de estas áreas».

La agrupación libre, no comercial, de un mayor número de artefactos, requiere así de autorización expresa de la Delegación Territorial. En dicha autorización se establecerán las condiciones específicas que garanticen la preservación del ecosistema litoral y el uso del dominio público marítimo-terrestre, si bien se exceptúa su uso para cualquier actuación que tenga como objetivo la preservación de la vida humana en la mar.

El texto que cada año ordena esta zona del parque natural recuerda que la aglomeración de personas y vehículos que se concentran en estos parajes naturales durante el periodo estival, supone además del deterioro del ecosistema litoral que caracteriza el entorno, graves problemas de colapsos en las vías de acceso que impiden garantizar tanto las condiciones mínimas de seguridad en caso de incendio forestal y/o cualquier situación de emergencia que pueda generarse, como la cobertura de servicios básicos sanitarios y de salubridad.

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