Entre la incertidumbre, el miedo y la resignación

Cae considerablemente el número de viajeros que se da cita en el puerto de Algeciras para embarcar hacia Ceuta, a pesar de la imposibilidad de hacerlo a Tánger por el cierre de la frontera

Los miles de viajeros que habitualmente desfilan por las instalaciones del puerto de Algeciras han pasado a ser cientos en las últimas horas, debido al cierre de sus fronteras dictado por parte del Reino de Marruecos desde el pasado jueves.

Durante la jornada de ayer, el tránsito de personas fue bajando considerablemente desde por la mañana, cuando aún quedaban los rezagados que desconocían esta drástica medida. Algunos aprovecharon que la frontera del Tarajal cerraba a las 6:00 horas del viernes para ser de los últimos en cruzarla y poder volver, de este modo, a lado marroquí.

Durante la madrugada, la Policía Portuaria fue instando a todos los vehículos que iban llegando a que abandonaran las instalaciones, evitando así que se acumularan en las parcelas que habitualmente se utilizan como preembarque para salir hacia Ceuta o Tánger Med, sin que pudieran evitarse episodios de nervios, impotencia e incomprensión por parte de algunas personas que lamentaban la imposibilidad de poder reencontrarse con su familia.

A mediodía comenzaron a llegar los que de manera asidua toman el barco para disfrutar del fin de semana en la otra orilla, aunque ni mucho menos en el número habitual de las vísperas de fines de semana o puentes festivos. Barcos que ni siquiera cubrían la mitad de su capacidad y muchas dudas entre aquéllos que habían recorrido media España hasta alcanzar el puerto algecireño, donde se encontraba con las tablillas de cancelación para las salidas a Marruecos.

Empresas de transporte que ofrecen la posibilidad de adquirir billetes combinados de bus y barco, partiendo sus autocares desde la capital de España, se vieron en la tesitura de hacer devoluciones ante la imposibilidad de que los clientes pudieran llegar a su destino final al otro lado del Estrecho de Gibraltar.

A todo esto, las navieras mantienen a sus trabajadores en las distintas taquillas para informar a sus clientes, mientras que el personal del puerto, como Policía Portuaria, asistencia, controles o limpieza, siguen cumpliendo las directrices que marca la administración, intensificando sus labores en el último caso, ya que la higine se considera fundamental en la prevención del Coronavirus.

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