La esencia de Baleares, en diez faros

Existen multitud de estas construcciones mágicas que aún funcionan de vigía en las noches más oscuras

La romántica silueta de los faros lleva siglos confeccionando los horizontes de las costas. En Baleares existen multitud de estas construcciones mágicas que aún funcionan de vigía en las noches más oscuras y que ofrecen una excusa inmejorable para perderse recorriendo sus costas. Por su forma, sus colores, la luz que emite, el paisaje que decoran y por lo bello de sus emplazamientos, merece hacer una ruta por Baleares para guardarlos en la memoria para siempre.

  1. Faro de Formentor (Mallorca)

 Si hay un faro que atesora casi toda la belleza de Mallorca ese es Formentor. Situado en un enclave inigualable, a 200 metros sobre el nivel del mar y al final de una serpenteante carretera, su construcción llevó seis años por lo complicado que resultaba trasladar los materiales hasta este lugar. Aquí, en el punto más septentrional de Mallorca, se concentra gran parte de la belleza natural de la isla. No es de extrañar que sea, como dicen los mallorquines “el punto de encuentro de los vientos”. Si quieres fascinarte con un impresionante paisaje, el emblemático hotel Royal Hideaway Formentor invita a recorrer las rutas más espectaculares y desconocidas de la Sierra de Tramuntana haciendo trekking de la mano de sus guías locales, ofreciendo una de las mejores vistas al Faro de Formentor.

  1. Faro de Portocolom (Mallorca)

De día es uno de los puntos más visitados y fotografiados de Portocolom; cuando oscurece, su luz se convierte en el guía que desde hace 150 años dirige a los marineros hacia buen puerto. Sin duda, Portocolom es uno de los faros más fotografiados y reconocidos de Mallorca. Su belleza no solo reside en su entorno, sino también en el toque característico de sus bandas negras y blancas que lo convierten en un auténtico icono del bello pueblo marinero del mismo nombre. Un rincón encantador con casitas de colores, llaüts amarrados, barcos y varaderos que dibujan la estampa perfecta y donde se respira puro relax.

  1. Faro de Portopí (Mallorca)

Hay vida más allá del centro de Palma. Su Catedral, la Almudaina, el entramado de callejuelas del centro… eclipsan en ocasiones al resto de la ciudad que, sin embargo, cuenta con lugares repletos de historia, como el faro de Portopí. Esta construcción empezó a funcionar en el S.XIV, y ha sido testigo de muchos episodios históricos, del ataque de los piratas y de la llegada de miles y miles de marineros. El hotel Barceló Illetas Albatros propone un auténtico viaje sensorial en velero por el Mediterráneo en el que poder aprender las nociones básicas de navegación, al tiempo que se disfruta de la naturaleza y de unas maravillosas vistas al  segundo faro más antiguo de España y el tercero del mundo. Para quienes prefieren verlo por tierra, el hotel dispone de servicio de alquiler de Vespas, una manera perfecta de recorrer la isla y de disfrutar de sus maravillosos paisajes.

  1. Faro de l’Illa del Aire (Menorca)

A poca distancia de Mahón, en Menorca, se encuentra el que es posiblemente el faro más representativo de la isla y el más alto (su torre mide 38 metros de altura). Sus reconocibles bandas blancas y negras lo hacen fácilmente distinguible desde la distancia, y se ha convertido en un gran atractivo turístico al estar ubicado en la Isla del Aire, un islote costero que alberga una impresionante cantidad de flora y fauna, entre las que destacan 6 especies de aves marinas, la lagartija balear, el hinojo marino, matas de aladiernos y pequeños cúmulos de tamariscos.

 Para ver de cerca el Faro de la Isla del Aire, el hotel Barceló Hamilton Menorca ofrece una exclusiva excursión en bote, que parte desde el puerto Cales Fonts, permite hacer una parada para hacer snorkel y disfrutar del atardecer en primera fila y en una ubicación inmejorable.

  1. Faro de Favàritx (Menorca)

Es uno de los faros más visitados de la isla, no tanto por su imponente torre de 28 metros de altura y sus bandas blancas y azules en espiral, sino por el entorno en el que se encuentra que tiene una apariencia casi lunar. Al estar ubicado en el parque natural de S’Albufera des Grau, en el cabo de Favàritx, son muchos los viajeros y locales que se acercan hasta este enclave para ser testigos de las espectaculares vistas que ofrece. Su luz se puede ver desde una distancia de 16 millas náuticas y en su interior alberga una interesante colección de señales marítimas, que se pueden visitar con previa reserva.

  1. Faro de Cap de Cavalleria (Menorca)

Se edificó en 1857 y su torre se eleva 15 metros sobre el suelo. Desde lo alto del acantilado del Cabo de Cavallería vigila (junto al faro de Punta Nati, también en la costa norte de la isla) una zona en la que en el siglo XVI hubo más de 700 naufragios. En su interior se encuentra el Centro de Interpretación del Cabo de Cavallería, donde los visitantes pueden observar cómo ha evolucionado el faro desde sus inicios hasta la actualidad, junto con el resto de la zona que le rodea. Por si fuera poco, la mayoría de los menorquines asegura que desde este punto se pueden ver algunos de los atardeceres más espectaculares de la isla.

  1. Faro de Moscarter (Ibiza)

 Ibiza es naturaleza, es disfrutar de preciosas puestas de sol, es tener buen clima durante todo el año y es un destino que despierta admiración en cada rincón. Al igual ocurre con los faro de Ibiza, que cada uno cuenta su propia historia. En el norte de Ibiza, en Portinatx, encontramos el Faro de Moscarter. Su posición geográfica, su belleza estética gracias a su franja helicoidal negra sobre fondo blanco y sus colosales dimensiones lo convierten en uno de los faros más especiales de las Islas Pitiusas. Está situado a unos 20 minutos siguiendo la costa norte de Portinatx, un paseo muy agradable y recomendable para aquellas personas que desean realizar una ruta saliendo desde la playa de Portinatx. Otra opción perfecta para llegar hasta él es en buggy. El hotel Barceló Portinatx facilita el alquiler de uno de los coches ibicencos por antonomasia con el que disfrutar de las vistas que ofrece este faro y de las mejores calas y atardeceres de la isla.

  1. Faro des Penjats (Ibiza)

 Este precioso faro a bandas blancas y negras está situado en el islote conocido como la “Isla de los Ahorcados” en el paso de es Freus, a medio camino entre Ibiza y Formentera, lugar en el que se han producido numerosos naufragios a lo largo de su historia que le han proporcionado una cierta fama de maldito. Por su situación estratégica para navegar hacia la península, fue el primer enclave pitiuso en disponer de un faro, y también el primero que ha automatizado su funcionamiento para que ningún farero tuviese que vivir en este islote.

  1. Faro de la Mola (Formentera)

El faro de la Mola, el más antiguo de Formentera, está situado en uno de los enclaves más espectaculares de la isla. Construido sobre un acantilado de más de 120 metros de altura, ofrece todo un espectáculo nocturno con sus haces luminosos que giran entre el mar y la tierra. Un lugar mágico que sirvió de inspiración para la novela de Julio Verne ‘Hector Servadac’, y desde donde pueden verse unos preciosos atardeceres y amaneceres.

  1. El Faro Cap de Barbaria (Formentera)

Quizá te suene por haberlo visto en la película ‘Lucía y el sexo’. Este paisaje lunar, solitario, árido, coronado por un faro que aparece de la nada, es el espacio favorito de muchos para despedir el sol, y el día que termina. Un lugar ideal para sentarse en silencio, disfrutar de la paz y la serenidad del lugar y disfrutar de los tonos rojizos del horizonte en el ocaso. Además de que las vistas desde este lugar son impresionantes, podemos ver desde allí la torre de vigilancia que protegió a la isla de Formentera de los ataques de los invasores.

 Bárbara Gabalda

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