Se prepara la fase de retorno de la OPE 2019

El Gobierno amplía las cabinas de control de pasaportes para evitar colapsos

El delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, y el presidente de Puertos del Estado, Salvador de la Encina, junto al presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce, y el coordinador general del Estado, José Medina, van a ofrecer a partir de las 11.00 horas, en la estación marítima del puerto de Algeciras, un balance de lo que ha sido hasta ahora la Operación Paso del Estrecho.

Se ha logrado que la ocupación máxima en las parcelas del Llano Amarillo sea del 45 % del total, con unas esperas casi inexistentes

Los responsables de la Administración central van a hacer referencia a lo que ha sido el primer mes y medio de dispositivo, en el que se han conseguido cifras récords en los tráficos con esperas mínimas en las zonas de pre-embarque. Además, en esta edición, se ha logrado que la ocupación máxima en las parcelas del Llano Amarillo sea del 45 % del total, con unas esperas casi inexistentes.

El coordinador general del Estado en el Campo de Gibraltar, José Medina, afirma, no obstante, que la OPE aún no ha concluido, ya que está pendiente el regreso de la gran mayoría del contingente que desde el pasado 15 de junio ha cruzado el Estrecho con destino al norte de África. Para ello, este año se han habilitado nuevos controles de pasaportes para el Cuerpo Nacional de Policía con el objeto de cumplir los requisitos establecidos por Frontex, a la vez que se trata de evitar el colapso del año pasado en los desembarques. En la edición de 2018, algunos barcos se vieron obligados a permanecer durante horas fondeados en la Bahía, ante la imposibilidad de facilitar la bajada de vehículos a puerto, como consecuencia de la aglomeración de viajeros en los controles policiales.

Los responsables de la Administración del Estado realizarán una visita a las instalaciones portuarias para supervisar los trabajos realizados para preparar la masiva llegada de turismos. Y es que en sólo dos semanas, se concentra el grueso de viajeros en la fase de regreso. Una concentración mucho mayor que la que se produce en la ida, en la que los embarques son más escalonados.

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