Bilbao se ha convertido en el primer puerto del mundo que obtiene la Declaración Ambiental de Producto basado en el Análisis de Ciclo de Vida de los servicios portuarios. El certificado EPD International es fruto de la colaboración de medio centenar de empresas de la comunidad portuaria de Bilbao- de toda índole y distintos tipos de tráficos y/o servicios-, recoge los impactos ambientales derivados de las actividades del Puerto y ha contado con el asesoramiento del centro de investigación y desarrollo tecnológico Tecnalia.
La Declaración Ambiental de Producto (DAP) o en inglés Environmental Product Declaration (EPD) es una eco-etiqueta de tipo III, que consiste en un documento que proporciona información sobre el impacto ambiental del ciclo de vida de un producto, proceso o servicio.
Esta información se recopila siguiendo una guía que especifica unas reglas de categoría de producto (PCR). Uno de los programas más conocidos para EPDs, que es el que ha aplicado el Puerto, es “The International EPD System”, con más de 650 EPDs distribuidas a lo largo de 32 países.
El Análisis se basa en un balance de masa y energía del sistema bajo estudio. A través de esto, se identifican las entradas y salidas relevantes para evaluar su impacto ambiental.
El estudio se inició en 2016, con los datos del ejercicio completo de 2015. La complejidad del proyecto y la gran cantidad de datos analizados ha hecho que el estudio finalizara en 2018 y la obtención del certificado se haya otorgado en 2019.
Dentro del estudio se han incluido los siguientes procesos identificados en el PCR: producción de combustibles; materias primas; materiales auxiliares; agua usada; construcción del puerto y de edificios, almacenes y faros; dragados; mantenimiento de maquinaria, edificios y vehículos; consumo de combustible en maquinaria y calderas; consumo de electricidad; transporte del personal; o recogida y tratamiento de residuos.
Como conclusiones se establece que los materiales de construcción son los que tienen un impacto más relevante, junto con los combustibles, la electricidad, las emisiones derivadas de los combustibles, los residuos MARPOL y los lodos con hidrocarburos.
Con este impacto diagnosticado y controlado de todas las áreas, el Puerto de Bilbao, en general, cuenta ahora con una herramienta para poder detectar áreas de mejora y, en consecuencia, adoptar medidas que puedan reducir el impacto medioambiental.
En este sentido y en lo que respecta a la propia Autoridad Portuaria de Bilbao, esta entidad contribuye a la reducción del impacto con medidas de mejora en sus servicios como la renovación de la flota de vehículos, utilización de electricidad procedente de renovables, fomento del uso de combustibles más limpios, mejora del control de la calidad del aire y reducir al mínimo los puntos de vertido del puerto al mar.