El fotoperiodista, Fernando García Arévalo, uno de los primeros en poner rostro a un fenómeno que estaba a punto de desencadenarse en 1992: el de la migración en el Estrecho de Gibraltar, ha puesto en marcha una bonita iniciativa. Tras 25 años de trabajo fotografiando y contando historias sobre migración, ha resumido esta labor en, “En lo más ancho del Estrecho”, una colección de fotografías y textos de la que muy pocos pueden presumir.
García Arévalo hizo guardia cada noche, sentado en el Seat 127 de su padre frente a la playa, durante un mes y medio
En 1992, García Arévalo hizo guardia cada noche, sentado en el Seat 127 de su padre frente a la playa, durante un mes y medio. Sabía que algo estaba pasando en el Estrecho. Estaban empezando a llegar pequeñas y frágiles embarcaciones llenas de personas que cruzaban el mar para llegar a la costa. Y casi nadie les prestaba atención. Y él, como periodista de raza, persiguió la noticia. Un esfuerzo incansable e infructuoso hasta que un día los empleados de la Cruz Roja le ofrecieron acompañarles en una de sus salidas al mar. En aquel momento eran muy pocas las embarcaciones de auxilio que patrullaban el Estrecho. Allí fue Fernando y allí se encontró con lo que estaba buscando: una patera. Las fotografías que tomó dieron la vuelta al mundo y pusieron rostro a un fenómeno que estaba a punto de desencadenarse.
Para colaborar en la realización de este interesante proyecto, García Arévalo ha impulsado una campaña de mecenazgo desde la web libros.com donde se puede colaborar desde 25 €, precio de este excelente documento que habla de las migraciones en el Estrecho.
Imágenes y textos de un fenómeno que el autor supo ver y documentar cuando casi nadie le prestaba atención
