El futuro fondeadero del puerto de Algeciras sigue en estudio

La primera opción barajada ya ha sido reducida

Las protestas que los grupos ecologistas de la zona, apoyados por diferentes colectivos e instituciones como el Ayuntamiento de San Roque, han llevado a cabo contra el proyecto de fondeadero exterior que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) planea instalar en la cara Este del Peñón, ha llevado a esta institución a recordar que se siguen analizando alternativas de ubicación, trabajos que se han encargado a una firma externa que analiza los factores ambientales, sociales, económicos y operativos de las zonas viables de acoger el futuro fondeadero en el litoral del Campo de Gibraltar.

Se presenta un otoño-invierno bastante caliente, en relación al futuro de este proyecto, que actualmente se encuentra “paralizado”

Asimismo, atendiendo a las alegaciones recibidas durante la tramitación de la primera propuesta de fondeadero, la opción prioritaria prevista por la APBA, reduce su superficie, se aleja de la costa  e incluso queda dividida en dos para su uso alterno, minimizando su impacto en la pesca y permitiendo regenerar el caladero, a la vez que despeja la salida de embarcaciones deportivas del Puerto de Sotogrande.

En un comunicado, la Autoridad Portuaria ha apuntado que la opción que se baraja reduce la superficie del primer proyecto (de 6.049 a 2.768 hectáreas), se aleja de la costa (la distancia media del fondeadero a la costa es de 3,8 kilómetros, y la distancia mínima, 2,2 kilómetros) e incluso queda dividida en dos para su uso alterno, minimizando su impacto en la pesca y permitiendo regenerar el caladero, a la vez que despeja la salida de embarcaciones deportivas del puerto de Sotogrande, en San Roque (Cádiz).

De esta manera, el fondeadero estaría ubicado frente a la costa de La Línea y San Roque y albergaría un máximo de entre 20 y 30 barcos –dependiendo de las dimensiones de estos– para realizar operaciones de cambio de tripulación, espera de atraque, aprovisionamiento y avituallamiento.

Asimismo, los barcos que utilicen este fondeadero tendrían prohibido el suministro de combustible o bunkering, reparaciones, venteo de tanques y las estancias largas.

La propuesta, que ha modificado el proyecto inicial y atiende los tres grandes grupos de alegaciones (afecciones al medio ambiente, impacto visual y afecciones a la pesca), aún no ha sido sometida al Consejo de Administración de la APBA. De momento, esta propuesta ha quedado paralizada a la espera del citado segundo estudio de alternativas.

A pesar de ello, los intereses siguen enfrentados. Por un lado los responsables portuarios insisten en la necesidad que tiene el puerto de Algeciras de expandirse para poder mantener la competitividad en la zona del Estrecho de Gibraltar, donde Tánger Med sigue creciendo a pasos agigantados y por otro, los conservacionistas y el resto de opositores que consideran vital, impedir que el fondeadero sea una realidad, al considerar que sería muy dañino para el turismo de la zona.

En este sentido se presenta un otoño-invierno bastante caliente, en relación al futuro de este proyecto, que actualmente se encuentra “paralizado”.

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