La Guardia Civil ha recuperado, en una operación internacional desarrollada de forma conjunta con varias policías de otros países, un total de 342 vehículos robados en España y matriculados ilegalmente para ser vendidos en países europeos y Marruecos por organizaciones criminales especializadas en este tráfico ilícito.
En el operativo se ha detenido a 24 personas en Alemania, Marruecos y España, en una investigación se inició en 2016 tras el análisis pormenorizado de los cerca de 70.000 vehículos robados que figuran en España, lo que constató que gran parte de ellos habían sido matriculados en varios países de la Unión Europea y en Marruecos.
Marruecos era el país que más vehículos tenía matriculados en su territorio, tras ser robados en España
Gracias a la coordinación de EUROPOL y la colaboración de policías de varios países se descubrió que Marruecos era el país que más vehículos tenía matriculados en su territorio, tras ser robados en España, concretamente 121, así como 60 en Alemania o 50 en Francia; así hasta en un total de 17 países.
Al ser España el país donde se han producido los robos referentes a esta operación, la Guardia Civil en sus distintas investigaciones ha obtenido una importante cantidad de información sobre la operativa de las distintas organizaciones criminales que actuaban en nuestro país, pero que vendían los vehículos robados en otros países.
Según la Guardia Civil, la cooperación policial con Marruecos «ha sido de gran importancia»
Según la Guardia Civil, la cooperación policial con Marruecos «ha sido de gran importancia», ya que el Equipo permanente que se dedica a cooperar y colaborar entre la Gerdarmeria Real Marroquí y la Guardia Civil ha permitido explotar con éxito toda la información disponible.
El Instituto Armado destaca que varios de los investigados en el inicio de esta operación ya habían sido detenidos en España por hechos similares en 2012, donde se detuvo a cinco personas ahora de nuevo arrestadas en Alemania, donde se dedicaban a sustraer vehículos y documentaciones originales de otros vehículos. Es lo que llaman organizaciones criminales «espejo», es decir, que los mismos integrantes desarrollaban la misma actividad delictiva en distintos países, como en España, que una vez descubiertos, trasladaron su actividad criminal a Alemania y Polonia.
El aparato de falsificación estaba ubicado en Polonia, utilizando para ello impresoras profesionales que les permitía obtener copias prácticamente idénticas a las originales. El último paso para darle salida a los vehículos robados era hacer un reportaje fotográfico para ponerlo a la venta en webs especializadas en el mercado de ocasión de Alemania y Polonia, principalmente, siempre a un precio ligeramente por debajo del de mercado para hacerlo más atractivo.
Otra organización también desarticulada estaba asentada en la localidad alemana de Frankfurt, desde donde varios ciudadanos de nacionalidad rumana venían a España en avión haciéndose pasar por turistas. Una vez en España, acudían a distintas empresas de alquiler de automóviles donde contrataban vehículos de alta gama, supuestamente para utilizar en su estancia en nuestro país.
Desde ese momento, la organización disponía de un vehículo de varios miles de euros con documentación y llaves originales, quedando solo transportarlo por carretera hasta el país germano, donde la organización falsificaba contratos de compraventa en los que constaba que el propietario español le había vendido el vehículo a alguno de los integrantes, para posteriormente en la oficina de Tráfico en su país rematricularlo como proveniente de España.
De esta manera y temporalmente, coexistían tanto en España como en Alemania dos vehículos matriculados con el mismo número de bastidor, pero finalmente sobre la matriculación española se interponía una denuncia por sustracción al no devolver el vehículo arrendado.
Finalmente, con la Gendarmería Real de Marruecos se trabajó conjuntamente para detener a los miembros de una organización hispano-marroquí que robaba un modelo concreto de todo terreno en nuestro país, que tras falsificar su documentación, era trasladado por carretera hasta los puertos de Algeciras o Tarifa para transportarlos en barco hasta el continente africano.
Ha quedado acreditado por los investigadores que más de la mitad de los robos producidos en toda España de ese modelo concreto estaban matriculados en Marruecos. Una vez en este país, la organización los llevaba a distintas provincias donde contaban con la connivencia de varios funcionarios para inscribirlos con documentación falsa como Permisos de Circulación, Tarjetas de Inspección Técnica y contratos de compraventa, todo ello en Marruecos.
En Europa, según datos de la Guardia Civil, se roban casi 700.000 vehículos de todo tipo al año, de los que solo se consigue recuperar algo más de la mitad. Nuestro país contribuye a esa estadística con cerca de 40.000 robos.