El sector pesquero traslada al ministro su preocupación por la Política Pesquera Comunitaria

La entrada en vigor de la obligación de desembarque en 2019 y el Brexit generan dudas

El sector pesquero ha trasladado al titular del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Luis Planas, su preocupación ante la conjunción de una serie de exigencias derivadas de la Política Pesquera Comunitaria (PPC) que, a juicio del sector, amenazan la rentabilidad y la sostenibilidad socioeconómica de su actividad.

Cepesca ha solicitado el apoyo del Ministerio para defender ante los organismos europeos la demanda de flexibilidad a la hora de cumplir con la plena entrada en vigor, en enero de 2019, de la obligación de desembarque, la manera de afrontar el objetivo de alcanzar el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) en 2020, como muy tarde, y sus implicaciones en los TAC y cuotas de 2019; así como de determinación en la defensa de los intereses del sector, específicamente en relación con el Brexit.

Los representantes del sector pesquero recordaron a Planas que, además de estos desafíos -cuya conjunción es conocida como la “tormenta perfecta”-, el sector tiene que afrontar otros como las propuestas de planes de gestión plurianuales del Mediterráneo y de las Aguas Occidentales. Asimismo, han dado un repaso a los acuerdos de pesca entre la UE y terceros países, solicitándole que haga las gestiones necesarias para intentar conseguir que se renueve el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos, que expira el próximo 14 de julio, y el de Guinea Bissau, fundamental para las flotas marisqueras y atuneras. Por otro lado, han lamentado la baja ejecución del Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP) vigente que, debido a la burocracia, continúa infrautilizado y para el que la Comisión Europea (CE) solicita para el periodo 2021-2017 una reducción del 6%.

Durante el encuentro, los representantes del sector también han incidido en la labor fundamental que desarrollan los pescadores como proveedores de alimento saludable y han insistido en la inversión continua que exige, tras una década de ajustes, competir a escala global asegurando el mínimo impacto de su actividad en el medioambiente y enfrentándose, al mismo tiempo, a flotas de terceros países que, con unos menores costes de explotación derivados de un control más laxo y prácticas laborales, en muchos casos no conformes a derecho, no encuentran suficientes obstáculos a la introducción de sus productos pesqueros en el mercado de la UE.

Por último, en la reunión también se trataron las serias dificultades para encontrar profesionales y atraer a los titulados de las escuelas de formación náutico-pesquera para que se incorporen a las tripulaciones. En este sentido, han propuesto al ministro la posibilidad de dar formación y contratar a algunos de los inmigrantes que están llegando en las últimas semanas a nuestras costas.

Salir de la versión móvil