La Palabra

¿Podemos pensar sin palabras?, realmente las palabras acompañan nuestro pensar,  siglos de análisis, de estudios y de distintas posturas.  De la afirmación de Vygotsky  “El pensamiento nace a través de las palabras. Una palabra sin pensamiento es una cosa muerta, y un pensamiento desprovisto de palabra permanece en la sombra”  la primera afirmación sigue generando dudas, ¿Por qué no al revés? , “las palabras nacen del pensamiento”.  Lo que si podemos afirmar es la importancia de lo que decimos, y de cómo lo decimos. Desde bien pequeña, me interesó encontrar sentido a las palabras, cómo base del pensamiento y de nuestras actuaciones.

En “1984 Orwell describe a un gobierno totalitario que se sirve de la creación del newspeak (una lengua abreviada tanto en lo relativo a sus elementos estructurales como a su vocabulario). El fin consistían en controlar a la ciudadanía a través del lenguaje, porque controlando a éste se podría controlar al pensamiento.

Por todo esto, yo no dejaba de pensar que de estos tiempos, de “low cost”, de “tweet” y de volatilidad solo nos volvería a salvar el “humanismo”, “el renacimiento” “la  ilustración“  o como queremos volver a llamar el dar valor al conocimiento, al saber y a la palabra. La tecnología no nos hace más sabios, o sabias, si solo sirve para generar una masa capaz de generar 120 caracteres, o repetirlos. Cada vez más autómatas con menos capacidad crítica. Así que  cómo antídoto o cura, mis refugios: la literatura, la mesa camilla de siempre, el debate y el análisis, para estimular el pensamiento, y dar valor a la palabra.

En este proceso andaba yo de introspección  hace unas semanas cuando presentábamos desde CCOO- Andalucía  “ Precaripedia”, un diccionario “cool” de la precariedad, el objetivo, desenmascarar la precariedad que esconde el nuevo lenguaje edulcorado que se está imponiendo en el mundo laboral y que realmente sirven para ocultar “ trabajos de miseria”, mal pagados, sin derechos  y con excesos de jornada.

Trabajos low cost, si, porque gran parte de estos términos son anglicismos, así suena mejor, y parece que tienes un mejor empleo de lo que realmente es. Su extensión forma parte ya de esta nueva realidad social post -crisis, cuando nos levantamos y miramos el paisaje a nuestro alrededor, ya no éramos los mismos, ni estábamos los mismos, una parte de aquellas conquistas en salarios y derechos de los trabajadores habían quedado enterradas bajo las reformas laborales.

Estos nuevos “employers” “treinteenagers” o mini jobs, ajenos a la lucha de clases, son en sí  mismos el producto de ella. Su preparación para el desempeño de la tarea, su cualificación para el desarrollo tecnológico no los hace ajeno a ella, digo a la lucha, al conflicto perpetuo del valor del trabajo y  de la lucha contra la avaricia.

La avaricia, otra palabra, ésta sin eufemismos y presente en todos los tiempos. Ahí,  ha estado siempre en nuestra historia, cuando se adueña de las mejores sociedades las destruye, provocando pobreza y desigualdades.

Ha pasado la tempestad,  así nos lo dicen los datos, de los tiempos de pérdidas económicas entre los del IBEX, volvemos a la senda de la recuperación. Pero  la avaricia, quiere quedarse ella solita con toda la recuperación, y las pérdidas repartirla entre la ciudadanía que si ha sido capaz de aguantar lo aguantado podrá seguir haciéndolo. Y justo, en esta estaban con la connivencia de la gobernanza cuando se levantaron  las que limpian los hoteles,  los low cost de Amazon también – aunque no salgan apenas en la tele – y se levantaron ellas, hartas de ser siempre ellas, o nosotras que es lo mismo y los pensionistas para decir “basta”.

Y ahora también,  es el momento de  aumentar los salarios y distribuir riqueza,  casi el 80% de las empresas con más de 10 trabajadores tienen beneficios, frente al 74% del 2008. En cambio, el poder de compra del salario se ha recortado un 7,5%, y hasta un 15% los salarios más bajos. El porcentaje de trabajadoras y trabajadores pobres se ha incrementado hasta un 13,3%. Al mismo tiempo las empresas ganan 37.000 millones más que en 2008, y reparten 15.600 millones más de dividendos entre sus accionistas, frente a la remuneración de los asalariados que es 10.000 millones inferior. ¿Es o no avaricia? ¿Es o no un freno al progreso social? ¿Es o no imprescindible fortalecer la negociación colectiva y revertir la reforma laboral para poner freno a la avaricia? ¿Es o no avaricia que las empresas del sector del transporte por carretera en nuestra zona  tengan bloqueado el convenio colectivo desde el 2010? …

Inmaculada Ortega

Sª Acción Sindical, Empleo y Pol. Sectorial- CCOO- Cádiz

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