El Estrecho, la ruta migratoria más letal

El fenómeno migratorio continúa desde el norte de África a través del Estrecho de Gibraltar. Efectivos de Salvamento Marítimo han rescatado a 90 personas que viajaban a bordo de tres embarcaciones que trataban de ganar las costas del Campo de Gibraltar procedentes de Marruecos.

La última embarcación en ser rescatada estaba ocupada por cinco varones de origen subsahariano que navegaban a doce millas al suroeste de la costa de Tarifa. Los migrantes fueron trasladados al puerto tarifeño. Esta patera fue hallada por el helicóptero ‘Helimer 220’, que sobrevolaba la zona del Estrecho tras las labores de rescate efectuadas por Salvamento Marítimo para auxiliar a otras dos embarcaciones con 85 migrantes.

Ante esta situación, se movilizó la ‘Salvamar Atria’, la cual procedió a rescatar a los cinco migrantes, para luego trasladarlos al puerto tarifeño donde desembarcaron, en aparente buen estado de salud. Los otros 85 migrantes rescatados por Salvamento Marítimo viajaban a bordo de dos pateras. En concreto, la ‘Guardamar Concepción Arenal’ rescató a 73 hombres a 2,8 millas al suroeste de Cabo de Trafalgar y, por lado, la ‘Salvamar Arcturus’ rescató a 12 hombres de otra patera que fue trasladada al puerto de Tarifa.

La ruta migratoria desde Africa hacia España a través de las costas andaluzas se ha convertido ya en la más letal del mundo. Según datos de la Organización Internacional de Migraciones, 217 personas han muerto ahogadas en lo que va de año en aguas del Estrecho.

Este organismo se muestra alarmado por el aumento de muertes entre quienes parten de las costas de África hacia España, porque en unos cuatro meses han fallecido casi las mismas personas que en todo el año pasado. Uno de cada 29 inmigrantes que han intentado llegar a España ha fallecido.

Entre las causas, apuntan a la precariedad de las pateras a las que se suben, embarcaciones que se deshacen tras un par de horas navegando, con motores muy antiguos y sin medios para pedir auxilio, a lo que se suma el mal tiempo continuado del invierno, que les lleva a zarpar ante la más mínima oportunidad a pesar de los riesgos.

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