La pesca española despide un año de sinsabores y encara el 2018 con varios frentes abiertos, cruciales para su futuro

El sector pesquero español termina 2017 con rebajas moderadas de cuotas y grandes retos para 2018, como el acuerdo con Marruecos, el tránsito al “brexit” o a la ampliación de las normas de la Unión Europea (UE) sobre las obligaciones de descargas en los puertos.

La negociación de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) del Atlántico ha marcado el fin del año, en el Consejo de Ministros de la UE, con un compromiso que suavizó los recortes propuestos por Bruselas, aunque se reducirán capturas como las de merluza o jurel (chicharro).

La flota empieza desde este 1 de enero la cuenta atrás hacia 2019, momento en el que varios factores pueden provocar lo que desde el sector se ha bautizado ya como la “tormenta perfecta”.

En 2019 está previsto el “brexit”, se ampliarán a todas las flotas las normas contra el descarte y se acerca el plazo de la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) para cumplir el objetivo de “rendimiento máximo sostenible (RMS)” o de explotación de las especies a niveles biológicos seguros, fijado para 2020.

Armadores y cofradías han mostrado sus temores por la extensión de las reglas contra el descarte (capturas no deseadas de peces que después, muertos, son arrojados al mar), que consisten en exigir que todas las capturas sean descargadas obligatoriamente en los puertos.

Para los pescadores, el riesgo está en las “especies de estrangulamiento“, aquellas para las que un barco no tiene apenas cuota, pero que caen en las redes junto con las capturas del pescado principal al que se dedica.

El agotamiento del cupo de esas capturas involuntarias puede implicar la parada de buques como los merluceros del Gran Sol o los de artes de menores de Galicia que extraen caballa.

MARRUECOS. Otro asunto crucial en 2018 es el acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos, que caduca el próximo mes de septiembre; aún no han empezado las negociaciones para renovarlo y el calendario es justo; el Tribunal de Justicia de la UE debe dictaminar sobre la jurisdicción del país magrebí sobre sus aguas.

Por otro lado, la flota española acaba 2017 con más cuota de atún rojo del Atlántico oriental y del Mediterráneo, aunque el aumento aprobado por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) en Marrakech fue menor al esperado y decepcionó; también diluye las peticiones de las flotas quieren revisar el reparto.

Aparte, España y Portugal empiezan 2018 pendientes de que la CE acepte en enero su plan para continuar la pesca de la sardina ibérica atlántica, una de las especies más mediáticas de 2017, ya que el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM o ICES) recomendó su veda.

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