Desean lo mejor, mientras esperan lo peor

Los estibadores se encuentran a la espera de que en las próximas horas la patronal Anesco haga entrega de la nueva propuesta de negociación a los representantes sindicales. Después de que el pasado viernes la división de las empresas impidiese forzar el acuerdo, al negar la propuesta de los sindicatos, este martes, los estibadores esperan que las empresas reaccionen positivamente, aunque saben que el conflicto interno en Anesco es cada vez mayor y su división, que podría provocar su ruptura en dos, hace difícil la firma de un documento que pueda servir a todas las partes.

Hasta ahora, las grandes terminales y navieras, que estudian crear otra patronal diferente, están por la labor de recobrar la paz social, para lo cual apuestan por un preacuerdo que permita salvar la temporada de mayor actividad. El escollo llega por parte de las estibadoras de puertos pequeños que no están por esta fórmula, al considerar que permite a los trabajadores mantener su actual status.

Los sindicatos, que este lunes vuelven a secundar paros parciales, endurecerán las protestas a partir del 26 de junio, parando la actividad lunes, martes, jueves y viernes de esa semana en horas alternas.  Teniendo en cuenta que en la primera semana de paros alternos las pérdidas fueron de 110 millones de euros en  los puertos españoles, más de 12 millones en el puerto de Algeciras, se teme que el margen que aún se tiene para poder llegar a un aplazamiento o desconvocatoria de la huelga no vaya a ser aprovechado por las empresas para cerrar un principio de acuerdo con los sindicatos.

Es por ello, por lo que el PSOE, que se ha mostrado desde el principio de este conflicto del lado de los trabajadores, al considerar que el Gobierno cometía un grave error al aprobar el Real Decreto Ley de reforma de la estiba sin el consenso de las partes, ahora reclama la intervención  del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna. Los socialistas consideran que, llegada esta situación de graves pérdidas económicas en los puertos de España, el ministro no se puede limitar a  cuantificar los daños en las empresas y, por ello, insisten en pedir la mediación inmediata del Ejecutivo para que la huelga sea desconvocada.

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