Una pasión la mar de grande

A sus relucientes 18 años, acaba de terminar el primer curso en la Escuela de Ingeniería Marina, Náutica y Radiolectrónica en Puerto Real, pero desde los siete ya tenía claro que lo suyo era el mar.

La pasión de Álvaro Peral viene de familia, principalmente de su padre, por la ocupación laboral que ostenta. A esa edad, y motivado por su atracción de todo lo que tuviera que ver con el mundo marítimo, comenzó a fijarse en las estructuras de los barcos, para luego darle forma con el primer papel que cayera en sus manos.

Del papel al cartón, probando con otros materiales como el pvc, que no termina de convencerle, y admitiendo que aún sigue estudiando para ver cuál sería el ideal para la recreación de buques.

Así ha ido plasmando su arte en varias réplicas de barcos que han operado, o aún lo siguen haciendo, en el Estrecho de Gibraltar: el Nixe, de Balearia; el Zurbarán, de Trasmediterránea; el Tánger Express, de FRS; o el más reciente, el Passió per Formentera, también de Balearia.

La mayoría han sido regalados a las propias navieras, cuyos responsables quedaron sorprendidos del trabajo efectuado por este joven algecireño, que, lejos de pensar de hacer negocio con sus habilidades, se centra en triunfar en sus estudios, aunque sin disimular que uno de sus sueños sería hacer, algún día, la maqueta del barco que capitanee.

Salir de la versión móvil